Crónica «Después D» – Miércoles 9 de Febrero 2011

Coalición y Colusión

Por Jorge Díaz Guzmán

El desorden en las relaciones políticas, corroe una gestión orgánica y repercute en el trabajo hacia todos los ciudadanos, es muy lamentable lo que ocurre en el oficialismo, como consecuencia de una nula coordinación entre los partidos de gobierno y la escasa amistad cívica que han cultivado entre ellos… No existe una cultura del ‘ser colectivo’, por una cuestión básica: la derecha promueve el individualismo, el éxito personal y el esfuerzo propio y esa forma de enfrentar la vida, también lo aplican en la política y en la gestión de gobierno.

Así es posible entender el “proyecto personal” de la Intendenta de la Región del Bío Bío, que de paso ha corrido la cortina, dejándonos ver la competencia de protagonismos entre RN y la UDI, y también la autonomía que el Presidente consolida respecto de sus asesores y ministros… Es esa cultura del… “tengo que ser el primero; debo ganar; mis intereses están por sobre el de los demás, nadie va hacer por mí, lo que yo requiero para el éxito”…  estos son algunos de los paradigmas que definen naturalmente a una persona de derecha, por tanto, nada se puede hacer contra la naturaleza.

Los personalismos en el oficialismo nos proponen un escenario de fricción permanente entre quienes conducen los partidos de la Alianza, entre quienes asumen roles protagónicos y entre aquellos, que compiten por un espacio al interior de sus colectividades, ejemplos hay muchos, partiendo por el ‘calvario’ que tuvo que vivir Sebastián Piñera para llegar a convertirse en Presidente de la República. Ninguneo, abrazos del oso, traiciones, conspiraciones, espionaje y la sonrisa del león, esa es la forma de cómo se relaciona la cúpula política de la Alianza y ahora en el poder de la nación se evidencia, de tal manera, que tiene al gobierno en el comienzo de una crisis interna… Hasta ahora NO existen las confianzas para cumplir los roles que le asigna la Constitución, tampoco permanece la misma confianza ciudadana expresada en las elecciones presidenciales.

Como nada se puede hacer contra la naturaleza, solo queda acostumbrarse a estos hechos, por más que se hagan encuentros, cónclaves en todas las residencias presidenciales, siempre surgirá la agenda propia, la tentación por ganar más espacios y por aniquilar al adversario inmediato.

Como conclusión, la llegada al gobierno de la actual coalición, sólo se explica por un acto de colusión más que de coalición, aquí RN y la UDI, se pusieron de acuerdo para sacar a la competencia del mercado y ahora con él a su disposición…  se los disputan entre ellos.

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