Crónica «Después D» – Miércoles 16 de Febrero 2011
Como el Coyote y el Correcaminos…
Por Claudio Díaz Peña
La historia del Correcaminos y el Coyote es clásica… Día a día, el Coyote busca cualquier artilugio, por más extravagante e increíble que parezca para intentar atrapar a la rápida ave que recorre los caminos desérticos a gran velocidad… pero el Coyote, haga lo que haga, ya sea planeando una nueva trampa, ideando una poderosa catapulta o comprando nuevos cohetes supersónicos, irremediablemente falla en su intento de capturar al Correcaminos, cayendo la mayoría de las veces en su propia trampa o terminando al borde de un precipicio… Es un clásico.
En economía o en política, también las historias suelen repetirse una y otra vez… como un clásico, y por más que se cambien los rostros, las siglas o los logos, el resultado que se obtiene cuando “el personalismo” o el culto a una persona como centro político de una gestión, es pan para hoy y hambre para mañana.
Nicolás Maquiavello en su obra “El Arte de Gobernar” dice que el Príncipe, entiéndase hoy el que gobierna, para tener éxito debe ganarse al pueblo, pero Maquiavello también dice que el gobernante debe “destruir” a todos los que sean tanto o más fuertes que él…
Por estos días, el largo episodio que enfrenta el Gobierno en lo político se centra en el respaldo o no a una intendenta que habría utilizado el terremoto del 2010 para falsear información, cruzando además un fuego cruzado entre las críticas de la Concertación, y de los propios partidos Oficialistas, como son Renovación Nacional y la UDI…
El Presidente Piñera que asumió con un 51,6% de apoyo había logrado, durante gran parte de 2010, acallar a los “díscolos oficialistas” que en principio habían lanzando “fuego amigo” entre sus propias filas… Tal vez el terremoto, tal vez el tema de los 33 mineros atrapados en Atacama y hasta los convincentes buenos resultados de apoyo ciudadano que reflejaban las encuestas eran activos que el año pasado permitían manejar la conducción de Gobierno con “viento de cola” … Sin embargo, resuelto el tema del rescate minero, el surgimiento de escándalos sobre el proceso de reconstrucción en el país, y la baja sostenida en las encuestas al cerrar el 2010 con un 41% de apoyo y 46% de rechazo, dejó espacio para que la propia derecha política comenzará a acentuar el rol crítico a la gestión de La Moneda, y era sólo cuestión de tiempo para que llegarán a la figura del Presidente…
Pero tal y como sucede en la historia del Coyote y el Correcaminos, estos episodios entre la derecha más conservadora y Sebastián Piñera son de larga data y con final conocido… simplemente afloran hoy como un capítulo más de esta relación que siempre hemos sabido concluye con “una nueva forma” de hacer lo mismo que siempre se ha hecho: el santo “cuoteo político” que suele resolverlo todo, y volver, por un tiempo, a un nuevo equilibrio…