Crónica «Después D» – Jueves 17 de Febrero 2011
Cuando gana lo espurio
Por Jorge Díaz Guzmán
En electrónica, específicamente en la señal radiofónica se llaman «espurias» a todas las señales indeseadas que puedan resultar de cualquiera de los procesos involucrados en la generación, amplificación o modulación de las señales de radio. Las señales espurias pueden resultar de inestabilidades en los circuitos electrónicos que generan las señales, el llamado «factor de confusión» o «variable escondida».
Esta definición calza perfectamente con lo que ocurre en el actual gobierno, una gestión, que en los grandes temas, los administra adecuadamente, al igual que en los anteriores gobiernos. Producto del contexto internacional, puede exhibir números azules en la economía, con un alto precio del cobre y un reimpulso de la economía interna, que aumenta el consumo y la inversión pública en proyectos relacionados con la reconstrucción de la zona centro sur, además con la mayoría de los problemas controlados parcialmente. Sin embargo, la compleja relación política entre los partidos, que debieran sustentar el gobierno, genera ruidos espurios de magnitud, que siguiendo la analogía electrónica, en algún momento pueden silenciar la señal principal. Eso hace colapsar cualquier sistema sonoro, en este caso, el poder espurio de la UDI, la agudización de las diferencias con RN y la incontinencia por ser protagonista del Ministro Hinzpeter, tienen al Presidente de la República en una situación muy compleja, y es evidente, que se está gestando una crisis política de amplias proporciones al interior de la coalición gobernante. Un síndrome que ya afectó al ex presidente Jorge Alessandri hace más de 50 años.
A veces es bueno avanzar mirando el retrovisor, pero la impericia de manejar las cuotas de poder, donde cada uno cree las puede ejercer para sí, hace que sólo se mire lo que se quiere ver.
Ignorar el conflicto provocado por los dichos de la Intendenta Jacqueline van Rysselberghe, confirmándola en su rol de representante del Presidente de la República en la Región del Bío Bío, generará reacciones, las cuales tendrán un costo no cuantificado, y un control de daños no dimensionado. ¿Que pasará con RN?, ¿cuáles son los estándares de comportamiento ético de los directivos de gobierno en adelante? y ¿cómo seguirán las relaciones políticas al interior de la Alianza?, son preguntas que hasta ahora no es posible contestar y menos las consecuencias que tendrán, lo que sí sabe es, que ahora se viene una acusación constitucional y por esa vía el daño político a la UDI será mayor. En definitiva, el ruido de las espurias está superando con creces, el sonido del gobierno en su conjunto.