La pandemia provocó un éxodo de la mitad de los extranjeros que se habían establecido en la zona, sin embargo, la lentitud en trámites de regularización, xenofobia y discriminación son parte de las dificultades que permanecen vigentes.
La Asociación de Migrantes del Sur y Centro América (Asomisca) nació en 2018 en la región de Aysén, tiene personalidad jurídica, y reúne a colombianos, venezolanos y haitianos, principalmente. Su historia es parte del quinto y último capítulo de “Inteligencia Verde”, de EPDNoticias, el ciclo conducido por el periodista Claudio Díaz Peña y financiado por la Seremi de Gobierno de Aysén y el Gobierno Regional de Aysén y su Consejo, a través del Fondo de Medios de Comunicación Regional.
“Fue una necesidad imperiosa para que la comunidad migrante se pudiese organizar”, comenta, Bladimir Caicedo, presidente de Asomisca, al referir el comienzo de la organización que registra poco más de 500 personas que desde otros países han llegado a la Patagonia Aysén.
Sin duda, se trata de una latitud extrema y una “zona cruda” para los centroamericanos en términos climáticos, reconoce Caicedo. Aunque, sin organización la situación se complejiza aún más por lo que Asomisca busca “ser una guía, orientador y voceros de los derechos de la comunidad migrante en la región”.
En el diagnóstico inicial, la lentitud en la entrega de la documentación para los extranjeros que llegan a la zona, que dificultan el proceso migratorio, además de la nueva ley migratoria, sumado a la discriminación y xenofobia, son problemáticas vigentes para insertarse a una cultura chilena y patagona.
También el créole, idioma de la comunidad haitiana, muy diferente al español, es otra de las barreras culturales que viven en territorio nacional quienes arriban a Coyhaique, pero que con esfuerzo han ido sorteando en el día a día, logrando integrarse a la idiosincrasia patagona.
Bladimir Caicedo resalta que por ello acciones como la “Migratón”, apoyada por organismos públicos han sido importantes, como una forma de ser escuchados, y concretar también, hace un año, la presencia del Consulado móvil de Colombia en la zona, para agilizar trámites para la colectividad de ese país.
“QUEREMOS SER UNO SOLO”
Hasta el año 2020, a través de un censo de migrantes realizado junto a la Seremi de Desarrollo Social y Familia de Aysén, se estableció que había unos 3 mil migrantes en la región, lo cual disminuyó drásticamente con los 3 años de pandemia COVID-19, pues aproximadamente el 50% de esa población extranjera dejó la Patagonia.
Caicedo dice que la razón mayoritaria fue el desempleo que trajo consigo el contagio mundial del Coronavirus.
En la actualidad, para Asomisca “lo que soñamos es que nos convirtamos en una asociación a nivel regional, incluso con resonancia nacional y poder contar con un espacio físico propio”.
El dirigente de las comunidades migrantes reconoce que “más que nacionalidades, somos personas”, y agrega en el mismo sentido que “Asomisca reúne a distintos países, no ha sido fácil, porque somos diferentes culturas e idiosincrasias, formas de pensar y de ser, pero en medio de todo eso hemos podido ir generando un colectivo, donde todos nos podamos unir a través de las ferias, la gastronomía ferias y folclore, y algo común que la condición de migrante, sentir que somos uno solo y que nos podemos ayudar unos a otros”.
Finalmente, el presidente de Asomisca enfatiza que “hemos venido a aportar a la región, somos una fuerza mayor, y la idea es no centrarnos en 2 ó 3 personas (extranjeras), llamo a mirar el contexto completo y no mirar las individualidades que afectan el colectivo, somos una fuerza laboral y cultural que venimos a aportar y a crecer como comunidad, conjuntamente, extranjeros y chilenos, que somos uno solo, convirtiéndonos en una sola sangre que es la sangre latina”.
Revisa el Vodcast completo de Asomisca
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