La propuesta se alinea con la opinión experta de la Red Nacional de Salud y parlamentarios que postulan mantener sin cambios la hora en invierno y en verano, tal como ocurre desde 2017 en la Región de Magallanes y Antártica Chilena.
“Nosotros como corporación hemos decidido, después de una variable exhaustiva, que no es pertinente seguir con estos cambios que afectan a la salud de los chilenos y chilenas”, dijo la semana pasada -de manera enfática- el presidente de la Red Nacional de Salud, Patricio Mardones, ante el retraso en 60 minutos que tendrán que efectuar los relojes en todo el país –con excepción de Magallanes y Antártica- el próximo sábado 1 de abril.
Y es en este debate anual que, además, interesa de sobremanera a buena parte de la población aysenina, que el Ministerio de Salud dio a conocer que es partidario de eliminar el cambio de huso horario que se debe realizar 2 veces al año en Chile.
El ajuste que desde abril inicia el horario de invierno y que dura hasta octubre, producen diversas reacciones en un importante grupo de las personas, tales como; ansiedad, estrés, fatiga e insomnio.
“Desde el sector Salud hemos hecho esa evaluación y hemos recomendado que no se continúe con este cambio de horario en primera instancia, pero esto no depende solo del tema de salud, sino que también depende de otros organismos y de otros ministerios que, naturalmente, también se ven afectados con la luminosidad del día, la seguridad en las calles, etcétera”, el pasado viernes Fernando González, jefe de la División de Control y Prevención de Enfermedades del Ministerio de Salud (Minsal).
González añadió en todo caso que “no hay una definición respecto a cuál es el mejor horario: si el de verano o el de invierno, porque cada uno tiene pro y contras. Pero sí hemos recomendado, desde el punto de vista sanitario y de la salud de las personas, que lo mejor es mantener un solo horario, sin estar cambiándolo dos veces al año”.
Misma “bajada comunicacional” replicó en entrevista con 24 Horas, la nueva subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, reconociendo la propuesta sectorial pero minimizando su resolutividad, al señalar que su ministerio no es el único que puede considerarse para tomar una decisión como ésta, pues el tema no sólo se aborda desde la perspectiva sanitaria, implicando temas energéticos o de movimiento de transportes.
El representante de la Red Nacional de Salud, reiteró en que “más allá de la incomodidad de adaptarse al nuevo horario son varias las consecuencias reales que tiene el cambio en la salud de las personas (…) pues produce alteraciones tanto neurobioquímicas como neuropsicológicas, y todos debemos responder, en forma diferente, a esta situación”.
Patricio Mardones, explicó en este sentido que se ha evidenciado que este cambio de huso horario produce ansiedad, estrés, fatiga e insomnio en aproximadamente un 4,87% de las personas, “recordemos que en Chile existen, en los últimos 12 meses, más de 3 millones de consultas por enfermedades psicológicas y psiquiátricas asociadas a este post proceso de pandemia”.
‘JETLAG SOCIAL’ Y AHORRO ENERGÉTICO “MARGINAL”
Desde la Región de Magallanes, donde sus más de 160 mil habitantes, desde 2017, no tocan el reloj ni el huso horario, se ha solicitado la propuesta para que prevalezca un solo huso horario en todo el territorio nacional continental.
Fue así, el senador Karim Bianchi, quien envió un oficio al ministro de Energía y al Comité Interministerial, con tal propósito, explicando que con ello se busca “optimizar el uso de la energía en diferentes sectores, el Centro de Estudio de los Recursos Energéticos, en base a la información disponible de la demanda eléctrica 2016 para la ciudad de Punta Arenas, determinó que el beneficio de tener un horario de invierno, en términos de ahorro energético, es numéricamente marginal para la ciudad de Punta Arenas encontrándose en el caso más optimista bajo un 0,5%”.
Detalló asimismo que esta suerte de ‘jetlag social’ viene asociado a “un aumento en la incidencia de accidentes; una caída en el desempeño debido al menor estado de alerta; un aumento de 5% en la frecuencia de ataques de corazón en la primera semana en la cual se cambia la hora al horario de verano”.
Bianchi puntualizó que “Chile es un país cuya longitud Norte-Sur incluye distintas zonaciones, climáticas, sociales, geográficas, productivas, etc. Una de las consecuencias de su longitud y orientación, es que prácticamente todo Chile Continental quede incluido en 2 meridianos. Consecuencia de esto es una notable uniformidad horaria en todo el país, pero también una notable heterogeneidad en los tiempos de exposición a la luz solar, en todas las estaciones del año”.
Actualmente, existe una mesa técnica que evalúa los pro y los contra de la medida, y todo indica que -por ahora- seguirá la costumbre en Chile de ajustarse al huso horario UTC-4 hasta el segundo domingo de octubre, cuando debamos adelantar nuevamente los relojes en una hora, a fin de retornar al horario de verano actual, de UTC-3.
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