Por Claudio Díaz Peña @claudio_diazp
Hasta este viernes la unidad implementada por la universidad privada, junto a AquaChile y el SSA, había logrado procesar 30 muestras COVID19.
En enero de 2019 la Universidad San Sebastián inauguró en Puerto Montt el CIBA, Centro de Investigaciones Biológicas Aplicadas, unidad en que la aplicación de la biotecnología apunta al estudio de los patógenos que afectan a diferentes especies de animales, principalmente, en el ámbito de la acuicultura. Sin embargo, debido a la necesidad de agilizar el examen de COVID19 en regiones como Aysén, se dispuso este equipamiento y los investigadores a cargo para reconvertir esta tecnología en la Patagonia mediante una alianza público-privada que opera desde este lunes y que ya recibió la respectiva certificación del Instituto de Salud Pública (ISP).
El director e investigador del CIBA, Dr. Marcos Godoy Gatica, explicó que sin duda ésta es una oportunidad desde la región para disponer y contribuir a la salud de la población en lo que se pueda requerir a futuro con otros diagnósticos de patógenos que producen enfermedades respiratorias como la influenza o el virus sincicial.

READECUACIÓN EN TIEMPO RÉCORD
La operación para lograr que los dispositivos e investigadores del laboratorio de la Universidad San Sebastián instalados en Puerto Montt pudieran llegar a Puerto Aysén fue un desafío mayor, ya que el recinto en la Región de Los Lagos cuenta con un equipamiento completo que consiste en un laboratorio de biología molecular, uno de patología clínica, uno de histopatología y un laboratorio de microbiología clínica, los cuales constituyen la base para realizar estudios de patología y epidemiología molecular de agentes infecciosos.
Sin embargo, reconoce el Dr. Godoy, gracias a la colaboración publico-privada entre la empresa acuícola AquaChile, el Servicio de Salud Aysén (SSA) y la propia Universidad, a través del CIBA se pudo reconvertir en tiempo récord esta tecnología que inicialmente está destinada a la investigación aplicada y de biología molecular orientada a los sistemas productivos en el área acuícola, a destinarla en un periodo muy corto en un laboratorio de diagnóstico específicamente para el virus que produce el COVID19.
TRIANGULO VIRTUOSO CONTRA EL COVID19
El investigador reconoció además que la Región de Aysén es uno de los puntos importantes de investigación acuícola y de ahí el contacto entre el sector público y el mundo privado a partir del cual se generó este “triángulo virtuoso” entre los equipos de salud de la zona, AquaChile y el CIBA para aportar a la región.
Godoy destacó que se trata de un “esfuerzo económico, operativo y científico” muy relevante en conjunto con los 3 actores que permitieron instalar este laboratorio COVID19 en Puerto Aysén. Sin embargo, la disponibilidad de reactivos de calidad necesarios para el procesamiento de las muestras que reciben, es uno de los puntos críticos de la tarea que desarrollan.
Añadió, en todo caso, que buscan implementar 2 laboratorios, es decir, sumar al de Puerto Aysén otro en Puerto Montt, en las propias dependencias de la U. San Sebastián para apoyar la gestión de salud también en Los Lagos.
MATERIAL GENÉTICO Y BIOSEGURIDAD
Un factor esencial aquí fue el ‘expertise’ de la investigación en la industria salmonera, pero además se debió sortear varias complejidades, como cumplir condiciones de bioseguridad necesarias para que se garantice el trabajo que realiza el operador, incluso el transporte del equipamiento desde la región de Los Lagos a Aysén, fue un tema a resolver en pocos días.
Marcos Godoy detalló que el proceso de extraer el material genético del virus, demanda un tipo de equipos muy escasos en Chile, pero la experiencia lograda en Aysén, es incluso como modalidad una referencia para otros países que están complicados con mejorar su nivel de testeos.
La reducción de tiempos de respuesta que se alcanzaría con este laboratorio, de 5 días a 5 horas según anunciaron las autoridades regionales de Aysén, es un tanto relativa admitió el investigador d ela USS, ya que si bien hay una reducción, todo depende de cuándo se recibe la muestra y la cantidad de muestras que se reciban cada día. Así, el director del CIBA precisó que el tiempo promedio irá más bien entre 24 y 48 horas, lo que sigue siendo bastante ventajoso al considerar que los servicios de diagnóstico en todo el mundo han llegado a colapsar y pueden ir de 3 a 5 días.

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