
Por Claudio Díaz P. @claudio_diazp
Periodista
“Alea jacta est”, es una expresión en latín que se traduce como: “la suerte está echada”
La historia dice que el político y estratega militar romano, Julio César, pronunció “Alea jacta est”, justo antes de cruzar el río Rubicón, que marcaba la frontera entre Roma y la Galias. Cruzarlo, con sus tropas, era una clara declaración de guerra a Roma y a su líder: Pompeyo Magnus, absoluto representante de la República y como decía Plutarco «un ‘Alejandro el Grande’ romano, puro de corazón y mente, destruido por las ambiciones cínicas de aquellos que lo rodeaban».
En Aysén, por estos días también resuena “Alea jacta est”, porque la suerte está echada sobre el destino de la Universidad de Aysén, y la elección sobre quién continuará a cargo por los próximos 4 años.
La actual rectora María Teresa Marshall encabeza la casa de estudios desde 2016. Su contendora Natacha Pino, es desde el año pasado académica y directora de carrera. Ambas mujeres y candidatas se someterán a la votación de 27 académicos, cuerpo colegiado que decidirá el destino de la casa de estudios que hoy cuenta con 300 alumnos, en 6 carreras.
Cabe, entonces, preguntarse por un momento quiénes son, y más aún, qué ideas, motivaciones e intereses moverán el voto de cada uno de esos 27 académicos. Es decir, bajo qué mirada estos profesores, investigadores y doctorados elegirán a la nueva rectora…
¿Estarán realmente pensando al votar en el mejor proyecto académico interno o más bien en cómo fortalecer su línea de investigación curricular? ¿votarán pensando en los alumnos y las nuevas carreras, o lo harán en línea con las aspiraciones de los funcionarios?, ¿elegirán con la visión de una Universidad como un espacio abierto, público y democrático, o pensando en consolidar el futuro de un proyecto académico estatal y regional que tanto costo crear? …“Alea jacta est”.
Lo que sí sabemos es lo que ocurrió a partir del 49 A. C., respecto de Cayo Julio César, quien ostentando la fuerza arrolladora de la XIII Legión avanzó sobre Italia desatando una cruenta guerra civil contra el cónsul Pompeyo Magnus, para instalarse como flamante nuevo Dictador.

Si bien aquí comienza el máximo escenario histórico para César, también -con él- se inicia el principio del fin de la República Romana, su caída y decadencia, y el término de los ideales de igualdad y libertad, que hasta entonces habían prevalecido entre los romanos. Por cierto, más tarde César sería asesinado brutalmente en el Senado, con 23 puñaladas asestadas por los senadores que lo atacaron, incluso por su más cercanos aliados. César, cae muerto a los pies de la estatua de Pompeyo …“Alea jacta est”.
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