Por Jorge Calderón N. @jcalderon_cl
Sociólogo
“Les voy a decir con toda claridad, acá están las ‘10 lucas’ que el Gobierno y los parlamentarios que están por aprobar este proyecto, le van a dar a los adultos mayores más vulnerables de nuestro país”.
Y es que estamos hablando de un tema que genera controversia, y como no, si estamos hablando de dinero, ese que por lo general es escaso, donde para algunos el punto es que 10 mil pesos es indigno, otros prefieren eso antes que nada…»
Esta es la exclamación utilizada por un diputado de la República para argumentar su rechazo a la idea de legislar el proyecto de reforma al sistema de pensiones que se aprobó hace un par de semanas.
2 sacos de leña, o 2 kilos de yerba mate, o si prefiere 2 kilos de carne cuando más: 10 mil pesos que en palabras del Presidente, separa a los «patriotas» de los «no patriotas».
Raya para la suma: el proyecto no deja contento a las AFPs, que quedarían fuera del manejo del 4% adicional de cotización y mucho menos contentos están el millón de personas que marcharon en Chile para terminar con el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones.
Lo cierto es que el proyecto dejó heridas y coletazos en el espectro político.
Luego de las declaraciones del Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, debió pronunciarse el mandamás de la cartera de Trabajo, Nicolás Monckeberg, y es que quedó una estela de ambigüedad e incertidumbre que tiene en “estado de alerta” incluso a quienes aprobaron la idea de avanzar en la discusión.
Y es que estamos hablando de un tema que genera controversia, y como no, si estamos hablando de dinero, ese que por lo general es escaso, donde para algunos el punto es que 10 mil pesos es indigno, otros prefieren eso antes que nada y, para otros, el tema es quién administra los recursos adicionales.
Eso sí, el sistema tal como lo conocemos, no sufrirá mayores cambios.
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