Por Jorge Calderón N. @jcalderon_cl
Sociólogo
Durante los últimos meses, es muy probable que usted haya escuchado que Chile y la Región de Aysén están “en marcha”.
Usted podrá apoyar o rechazar lo que se ha transformado, hoy en día, en el eslogan del Gobierno.
Pero aquí le entregamos algunos datos:
Las Isapres ganaron durante el último año $173 millones “al día”, las AFP $830 millones, y la banca chilena, en solo 3 meses, ganó $600 millones, el doble de lo que ganaron las AFP durante todo el año 2018.
Este es el Chile que está “en marcha”, qué duda cabe, pero el Chile real, ése que usted vive día a día, tiene una realidad diametralmente distinta.
Iansa, Suazo, Albano y Guante, son algunas de las emblemáticas fábricas chilenas que han cerrado durante los últimos meses a nivel nacional. En Aysén, ni la minería ni la salmonicultura gozan de “buena salud”, los despidos aumentan, pero los índices de desempleo no lo logran evidenciar.
La inversión extranjera cayó un 56% en lo que va de 2019, la mayor baja en 16 años en Chile, mientras que el crecimiento económico llegó al 1,9%, muy lejos del 4% prometido.
Preocupados están los dirigentes del Comercio en la Patagonia Aysén, acusan que las cifras de desempleo no dan cuenta de la cesantía que se ha ido instalando en Chile Chico, Mañihuales o Puerto Aysén. Falta circulante, la inversión pública ha decaído, no obstante, la autoridad es insistente: Chile y la Región de Aysén “están en marcha”.
Y es que el problema pareciera ser que no solo son los datos, sino más bien que no se quiere o no logra evidenciar la realidad del Chile actual, y saber realmente hacia dónde estamos marchando…
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