Por Marcio Villouta A. @marcio_villouta
Presidente Partido Demócrata Cristiano Región de Aysén
Como Partido Demócrata Cristiano estamos de aniversario, nuestra fundación nos hace trasladarnos al 28 de julio de 1957 y en este proceso es importante mirar aquel camino que como sociedad hemos recorrido en conjunto. Nuestro partido ha estado y seguirá estando junto a la sociedad y a esa labor constante de comunidad, en estos 61 años y si tal vez vamos más atrás en el tiempo, podemos encontrarnos cuando nació la Falange Nacional, antecesora natural del Partido Demócrata Cristiano, ninguno de sus fundadores pensó en un partido de centro, en un partido sin posición propia, en un mero catalizador de las visiones extremas y antagónicas del marxismo y el capitalismo.
Por esos años nuestros nobles fundadores creyeron en un proyecto que se enmarcó en un contexto de lucha descarnada entre dos visiones y aun en ese difícil momento no dudaron en emprender un camino propio de lucha contra las injusticias y la opresión.
Hoy ya transcurrido más de una década de nuestro primer hemisiglo y vemos cómo nuestros grandes aportes a la sociedad chilena se han materializado a través de periodos emblemáticos, incluso post dictadura, con los gobiernos democráticos de don Patricio Aylwin Azócar y don Eduardo Frei Ruiz -Tagle. Mención especial, merece el gobierno de don Eduardo Frei Montalba, que por estos días además conmemora la promulgación de una de las reformas más importantes de los últimos 50 años, no tan solo el mundo rural, sino más bien para el país en su conjunto como lo es la Reforma Agraria. Esta transformación se basó en generar una mejor distribución de la tierra y beneficiar a miles de chilenos y chilenas, y además en introducir un modelo de desarrollo que incluía una importante cuota de justicia social en la estructura básica de propiedad, permitiendo dignificar a la gente del campo y modernizar nuestra agricultura, que a esa fecha era precaria y con bajo nivel tecnológico.
«Debemos estar al frente de los cambios urgentes en materia de Seguridad Social, debemos estar al frente de los temas relacionados a la propiedad de los recursos naturales, debemos estar al frente ante las demandas en educación, debemos estar al frente en los temas de salud, no podemos permitir que todo siga regido por la regla del mercado»
Cuando nos situamos en el siglo XXI y analizamos el desafío político que se vislumbra hacia el futuro, no podemos dejar de mirar hacia nuestro pasado e historia. Un connotado dirigente político de los años ‘60 señalaba con la vehemencia que le caracterizaba, que sin la juventud no sería posible de concretar o sería más lento, confuso y contradictorio el ascenso del pueblo a la conducción de Chile: “Muchacha y muchacho chilenos, busca en el servicio de la revolución, democrática y popular, lo que ella y sólo ella puede darte: la más hermosa justificación para tu vida joven”.
Camaradas, no son las palabras de un dirigente comunista o de uno socialista, fueron las palabras con las que Radomiro Tomic se dirigió a la juventud en su discurso ante la Junta Nacional del Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 1969, al momento de aceptar la proclamación de su candidatura presidencial. Hoy, al igual que ayer el partido tiene la gran tarea, en primer lugar, con sus militantes y luego con el país entero, de generar una visión de presente y futuro clara, y sin espacio a vacilaciones.
El PDC ha de señalar con voz fuerte su postura frente a temas que hoy la ciudadanía considera claves y que no pueden seguir en muchos casos en la indefinición que caracteriza a un partido de centro. Debemos estar al frente de los cambios urgentes en materia de Seguridad Social, debemos estar al frente de los temas relacionados a la propiedad de los recursos naturales, debemos estar al frente ante las demandas en educación, debemos estar al frente en los temas de salud, no podemos permitir que todo siga regido por la regla del mercado.
En este nuevo escenario en el cual la sociedad nos ha situado en la oposición y que aprovechamos como partido para congregamos a razón de un cumplir un nuevo año, no solo realizamos acciones de camaradería en distintos puntos de nuestra extensa Región de Aysén, sino también renovamos nuestro compromiso de trabajo en el mundo social, en las organizaciones comunitarias, juntas de vecinos, sindicatos y asociaciones, así como también nuestra dedicación y preocupación por los temas de aquellos que más nos necesitan, por nuestros pobres, por aquellos que sufren enfermedad, por nuestros niños y niñas, por nuestras mujeres y nuestros adultos mayores, por nuestra hermosa Patagonia Aysén y el país.
Feliz Aniversario camaradas y amigos.
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