Carencia de vertedero industrial surge como principal reto para industria.
La creciente industria del salmón en Aysén se enfrenta al reto de implementar políticas sustentables que incorporen el aspecto económico y social, según coincidieron representantes del sector público y privado en un seminario realizado en Puerto Chacabuco donde se insistió en el manejo eficiente de residuos y emisiones de olores.
Tras un aporte decisivo de la acuicultura, la región encabezó hasta marzo pasado 7 trimestres consecutivos del Inacer (Informe Nacional de Actividad Económica Regional) que publica el INE. Incidencia productiva reflejada en los US$135.881.945 en envíos al exterior de la industria desde enero a septiembre, equivalentes al 55,12% del total de las exportaciones regionales, según registros de ProChile. La acuicultura de Aysén concentra además el 60% de la producción nacional, de acuerdo a informes de Sernapesca.
Ante este panorama hace unos días se llevó a cabo el seminario “Sostenibilidad Ambiental de la Acuicultura” en dependencias del Hotel Loberías en Puerto Chacabuco. La jornada de análisis contó con la organización del Ministerio de Medio Ambiente, el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL) y el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar, entidad que acaba de instalar una oficina en Aysén.
“No puede ser que acá la actividad productiva deba tomar todos sus desechos y llevarlos a otra región. Eso va obviamente en contra de la autonomía y del desarrollo económico”, dijo el doctor Renato Quiñones, directo del Incar, entidad en la que participan la Universidad de Concepción, Andrés Bello y Austral de Chile.
“La acuicultura, como otras actividades en la que el hombre interacciona con la naturaleza, puede provocar desequilibrios, pero si hace adecuadamente se puede lograr la anhelada sustentabilidad, que al igual que la pesca, debe ser de carácter ecológico, económico y social”, agregó.
El seminario contó con la presencia de los seremis de Medio Ambiente y Economía de la región, Paola Bäuerle y Fernando Guzmán, respectivamente; el director Zonal de Pesca, Braulio Cubillos; y el director de Sernapesca regional, Cristian Hudson, entre otros.
Como portavoz de la industria participó Andrés Pincheira, representante de Salmón Chile en la región. Este último reconoció la importancia de establecer procedimientos industriales en concordancia con la comunidad, “si no tenemos una convivencia armónica, y aceptación de la ciudadanía, cualquier tipo de sustentabilidad de tipo económica, ambiental o sanitaria se verá cuestionada”.
“No tener un relleno sanitario ha hecho que la industria y los actores busquen la manera de ser más eficientes: compactando, reciclando y procesando, porque el costo de llevar todos los residuos afuera de la región es muy elevado”, agregó el representante de Salmón Chile.
Un informe de Sernapesca con fecha de cierre octubre de este año registra 173 centros de cultivo operando en la región, con 141.336.418 millones de peces en el agua. Las cosechas en el mismo período alcanzan las 33 mil 981 toneladas.
En tanto, según Salmón Chile, la industria emplea a unas 5 mil 500 personas. Unos 3 mil 700 operarios laboran en el litoral y el resto en plantas de proceso y en plataformas administrativas. Aysén, de acuerdo al informe de desempleo de octubre del INE, cuenta con poco más de 54 mil personas ocupadas.
RELLENO SANITARIO
El Gobierno Regional de Aysén, a través de un proyecto financiado con un Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) Aysén 2013, ha dado el primer paso para afrontar los olores que generan los desechos, dijo la seremi de Medio Ambiente.
La iniciativa busca mejorar el desempeño sanitario y ambiental de los procesos y servicios de los Talleres de Redes regionales mediante un adecuado manejo y tratamiento de sus residuos y emisiones.
“Lo más caro en la región es el terreno. Luego de esto debe primar la norma que determina la ubicación de los rellenos sanitarios donde no haya cursos de aguas subterráneos para no contaminar las napas. Aunque el cumplimiento de estos requisitos es difícil en una región con una topografía bastante abrupta como la nuestra y además con las precipitaciones existentes”, aseveró Paola Bäuerle.
Gran parte de los residuos de la industria, derivados de mortalidad se trasladan por barco a la X región, mientras que otro tanto permanece en Aysén para su reutilización como ocurre con la elaboración de harina de pescado.
En el caso de residuos industriales estos deben devolverse a los proveedores para su disposición final fuera de la región o reciclarse, por ejemplo, en la confección de muelles o flotadores.
“Contaminación cero, puede significar un costo social muy elevado, como el que empresas que estaban funcionando dejen de hacerlo. Por ello se requiere una discusión de la sociedad que evalúe los costos y beneficios de aplicar diferentes estándares ambientales”, sentenció Jorge Dresdner, economista del Incar.
Además de los 2 profesionales del Incar, el seminario contó con la exposición de una profesional de la División Calidad del aire del Ministerio del Medio Ambiente de Santiago.
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