Hoy nuevamente seremos convocados a elecciones generales y seguramente las ofertas y compromisos surgirán por doquier, sin que exista una contraparte regional, que con fundamentos técnicos y financieros serios, alerten a los electores cuales de esas ofertas son demagógicas o solo «anzuelos» electorales.
Por Jorge Díaz Guzmán (*)
jdiazguzman@elpatagondomingo.cl / @JdiazguzmanCom
Camino continuo el 2014, fue la oferta del entonces candidato Sebastián Piñera, en su discurso pronunciado en el paseo Horn de Coyahqiue, refiriéndose a la conexión vial de Aysén con la región de Los Lagos; aún ni siquiera está definida la ruta a través del Parque Pumalín.
El 2002, el ex presidente Lagos, en su estilo, le dijo a una pobladora en Avenida Ogana: «¡Señora! …el próximo año usted abrirá la llave de gas natural en su casa». Del gas argentino nunca se supo.
En la administración anterior, la oferta fue extender la fibra óptica hasta Aysén; cuestión que se cumplió, pero se interrumpe periódicamente, por no haber considerado, las dificultades de su trazado. Durante la movilización del año pasado, entre otras demandas estaba bajar el alto costo de los combustibles y la energía, donde las respuestas iban desde un subsidio, baja de impuestos y otras fórmulas; hasta ahora nada de eso se ha implementado.
Como vemos uno de los problemas endémicos que tiene nuestra región es de orden logístico y altos costos de los denominados factores de producción.
Por eso, en cada etapa de nuestro desarrollo surgen demandas, por parte de los ciudadanos, y ofertas desde el gobierno central, sin que hasta ahora, ese obstáculo, que para muchos frena las actividades productivas y limita el bienestar de quienes vivimos en Aysén, sea asumido por el Estado nacional.
Hoy, nuevamente, seremos convocados a elecciones generales y seguramente las ofertas y compromisos surgirán por doquier, sin que exista una contraparte regional, que con fundamentos técnicos y financieros serios, alerten a los electores cuáles de esas ofertas son demagógicas o solo «anzuelos» electorales.
La región de Aysén tiene sectores productivos incipientes, que requieren de un apoyo decidido de parte del Estado nacional, para que pasen de potenciales a verdaderos motores del desarrollo regional, donde los habitantes de Aysén sean protagonistas y reciban los beneficios económicos y sociales.
Ahí está la producción pecuaria, que sigue siendo de subsistencia para muchos campesinos; la industria del turismo, concentrada en unos pocos operadores, que luchan por romper las barreras del mercado mundial, donde sus esfuerzos, más bien son una apuesta, que una oportunidad económica de desarrollo empresarial; la pesca y la acuicultura, se siente ajena al desarrollo endógeno, no se vincula con sus comunidades costeras y más allá de los salarios, poco o nada se expresa en el desarrollo regiona; la minería, por su parte, no se encadena con la economía local y con su propia lógica, aparece casi como un ghetto productivo y las demás redes de servicios y comercio, se mueven como satélites de las actividades económicas principales.
Con este panorama, la inversión pública y su burocracia, sigue siendo el motor principal del desarrollo de esta parte de la Patagonia y por tanto, los ayseninos seguimos reclamando al Estado un rol más protagónico. El desafío entonces, pasa por las nuevas miradas, que suponemos tendrán quienes postulen a la administración del país, pero también, pasará fundamentalmente por una contraparte regional, que interprete las aspiraciones locales, más allá del entusiasmo de las alternativas electorales que intentarán seducirnos durante 2013..
(*) Es Comunicador Social y Director Ejecutivo de EPD Comunicaciones Ltda.
©2013 Todos los Derechos Reservados El Patagón Domingo Ltda.
Add a Comment