COLUMNA EPD: «No más minorías sobrerrepresentadas»

Seamos claros. El binominal favorece perversamente a la minoría, le brinda un «derecho mágico» a empatar, e incluso, a vetar a la mayoría que la dobla; por lo que a todas luces es un sistema antidemocrático, que contradice el bien común, y por ello, no existe en ningún país desarrollado en el mundo que tenga democracia. Menos aún, existe un sistema binominal que exija doblar la votación del competidor y además «con exceso». Un verdadero absurdo en el siglo XXI.

 

Por Claudio Díaz Peña (*)
cdiaz@elpatagondomingo.cl / @claudio_diazp

 

Cada cierto tiempo se habla del sistema binominal, es decir, de la forma que tenemos por ley en Chile para elegir diputados o senadores.

Se dice que el sistema binominal es moderno, se dice que permite conformar grandes coaliciones, que genera la cultura de alianzas políticas y que ofrece estabilidad a los gobiernos.

Sin embargo, pocos hablan de lo injusto y a veces hasta desproporcionado que resulta este tipo de sistema electoral en Chile. En buenas cuentas, el binominal, establece que para que en cada circunscripción o distrito, se proclamen electos los 2 diputados o los 2 senadores de una misma lista, ambos candidatos -de esa misma lista- deben alcanzar no sólo el mayor número de sufragios, sino que además deben “exceder” el doble de votos, obtenidos por la lista que le sigue.

Si este doblaje -con exceso- no se cumple, los 2 cargos parlamentarios se reparten entre las 2 listas más votadas.

La aberración es tal que, si en una elección de diputados, la Lista A suma 25 mil votos y la lista B la dobla con 50 mil votos, cada lista obtendrá sólo 1 diputado electo, porque la lista B duplica pero no excede los votos de su seguidora, la lista A. En matemáticas simples, cada uno de los 50 mil votos de la Lista A vale la mitad de los 25 mil votos de la Lista B. ¿Le parece justo que el voto de una mayoría tenga menos valor que el de la minoría, o dicho al revés, es correcto los votos de una minoría valgan el doble de la mayoría? ¿Cada voto no debería ser escrutado con la misma equidad?

Bueno, la ley dice que no tiene por qué ser así. Y lo que ocurre aquí es que la proporción de votos y la cantidad de candidatos electos por partido, simplemente se deforma.

Veamos la ultima elección de diputados en 2008. El Partido Demócrata Cristiano obtuvo casi el 13% (12,95%) de los votos, y eso significó 19 diputados. Pero, 19 diputados representa más que el 13% de los votos, representa el 16%. El Partido por la Democracia obtuvo el 11% de los votos y sus 18 diputados electos representante casi el 16% de los votos.

En el caso del Partido Radical Social Demócrata, o el Partido Socialista,  o Renovación Nacional, la proporción de votos es muy similar a la representación parlamentaria que tienen en la Cámara Baja.

Lo más llamativo es lo que evidencia la Unión Demócrata Independiente, la UDI, colectividad que si bien eligió 39 diputados en 2008 -lo que representa el 33% de los sufragios- en realidad obtuvo sólo un  21% de los votos. Es decir, la distorsión del binominal le sumó 3 diputados más de los que debería tener, un 12% más que la ley ampara sin que nadie se arruge.

Conclusión: partidos como la UDI están «sobrerrepresentados» en el Congreso, y claramente le ha beneficiado el binominal… ¡Qué curioso!, hoy es precisamente éste, el único partido político en Chile que se opone a modificar el sistema binominal.

Seamos claros. El binominal favorece perversamente a la minoría, le brinda un «derecho mágico» a empatar, e incluso, a vetar a la mayoría que la dobla; por lo que a todas luces es un sistema antidemocrático, que contradice el bien común, y por ello, no existe en ningún país desarrollado en el mundo que tenga democracia. Menos aún, existe un sistema binominal que exija doblar la votación del competidor y además «con exceso». Un verdadero absurdo en el siglo XXI.

 El sistema binominal está regido por el artículo 45 del Decreto Ley 3.464 de la Constitución de 1980, y también por los artículos 178 y 109 bis, de la Ley 18.700 de mayo de 1988, ambos textos son herencia de la Junta Militar de Gobierno, encabezada por Augusto Pinochet.

Un dato más. El sistema binominal, no sólo iguala a la mayoría, que dobla en cantidad de votos, con la primera minoría, también excluye a la segunda minoría, que como ha quedado demostrado en las elecciones desde 1990 en adelante, queda sin representación alguna en el Congreso, a no ser que supere la votación de los grandes pactos.

Esta desproporción, esta distorsión del binominal, es evidentemente una normativa que lesiona el derecho de los electores, y  por tanto de cada ciudadano y ciudadana, y por eso es que ese tipo de leyes son las que no queremos seguir manteniendo ni perpetuando en Chile…

*) Es Periodista y Editor de Contenidos de EPD Comunicaciones Ltda.

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