Es cierto. Todos queremos llamar desde donde estemos parados, disponer de Internet, Wi Fi y conectividad móvil que nos permita hablar por celular, tuitear desde el teléfono o simplemente trabajar en nuestro computador o notebook, enviando mails y navegando en la web. El tema es que las torres de antenas son necesarias en este tipo de tecnología y se busca que sean lo más amigables con las comunidades en que están instaladas. Por eso, en la nueva ley, hay incentivos a las empresas para usar soportes de menor altura, o menos invasivos.
Por Claudio Díaz Peña (*)
cdiaz@elpatagondomingo.cl / @claudio_diazp
Este lunes comenzó a regir la Ley de Torres de Antenas que regula con mayores exigencias, la instalación de estas estructuras en nuestros barrios.
Eso sí, tuvo que pasar más de una década para que la ley fuera aprobada, este año, por amplia mayoría en el Congreso, y luego fuera promulgada por el Presidente Sebastián Piñera.
La nueva ley busca reducir el impacto urbanístico de antenas celulares y similares en cada comuna. Sin embargo, lo más novedoso de esta nueva Ley de Torres de Antenas es que abre espacios de participación ciudadana, antes que se autorice la instalación de las -a veces- molestas o poco armónicas «torrecitas».
Así, la participación de los vecinos será clave cuando como propietarios de inmuebles estén cercanos al lugar en que se quiera instalar una antena o torre, de telefonía móvil.
En concreto, desde ahora en adelante, usted o yo, podemos involucrarnos en el proceso de definir qué medidas de mitigación o compensación debe acompañar un proyecto de instalación de torres.
La ley es estricta y deja a Chile como uno de los 5 países más avanzados en esta materia en el grupo de la OCDE. Punto a favor.
Claro, porque estamos hablando de proteger el paisaje urbano, la plusvalía de los barrios, y en buena parte la salud de las personas.
Es cierto. Todos queremos llamar desde donde estemos parados, tener Internet, Wi Fi y conectividad móvil que nos permita hablar por celular, tuitear desde el teléfono o simplemente trabajar en nuestro computador o notebook, enviando mails y navegando en la web.
El tema es que las torres de antenas son necesarias en este tipo de tecnología y se busca que sean lo más amigables con las comunidades en que están instaladas. Por eso, en la nueva ley, hay incentivos a las empresas para usar soportes de menor altura, o menos invasivos.
Hoy, con la nueva Ley de Torres usted tienen derecho a que las empresas le informen con anticipación cuando quieran instalar -en su barrio- una torre soporte de antenas, de 3 metros de altura o más. Tiene derecho además a oponerse a la instalación de una torre por razones técnicas. Si. La Ley le da derecho a oponerse.
Incluso los vecinos propietarios del sector, organizados y en mayoría, pueden exigir obras de mejoramiento del espacio público del barrio, a costo de la empresa como compensación, y que esta compensación tome forma de infraestructura para la comunidad, o sea multicanchas, parques, o bien mimetizando la antenita con el entorno.
En buenas cuentas, las empresas están obligadas a presentar los proyectos, primero, a los vecinos. Luego, puede ofrecer una compensación, y si no hay acuerdo entre vecinos y empresa, decide el concejo municipal, ya que la nueva ley entrega poder y atribuciones a la dirección de obras y a los municipios, lo que antes no existía.
La moraleja es que en el siglo 21, una empresa que no considere al ciudadano estará más temprano que tarde fuera del mercado y será literalmente historia… Ya no es suficiente para una empresa cumplir la ley, sino que además tiene que comprometerse de verdad con el entorno, con las personas que lo habitan. De hecho, muchos ya dicen que ya no existe la empresa “privada”, a secas, porque cada proyecto empresarial está en el prisma «público», lo quiera o no, y es algo que por fin, aunque poco a poco, comienzan a entender también los empresarios, los gobiernos y quienes hacen las leyes…
(*) Es Periodista y Editor de Contenidos de EPD Comunicaciones Ltda.
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