Eventual construcción de represa sobre la activa falla Liquiñe Ofqui, la facilitación del ingreso de marea roja en el fiordo Aysén y la intervención irreversible de uno de los lugares más prístinos de la Patagonia son tópicos que tanto diversos servicios públicos como investigadores independientes han dado a conocer durante el proceso de evaluación.
COYHAIQUE (miércoles 16 de noviembre 2011).-Aunque parecen ser pocas las preguntas que Energía Austral intenta responder mediante el tercer adenda que ingresó el 4 de noviembre pasado -sólo 141- no son menores las dudas de los servicios públicos que debe dilucidar la empresa en torno a su proyecto de represa en el río Cuervo. La eventual construcción de la presa sobre la falla Liquiñe Ofqui (responsable de la erupciones de los volcanes Chaitén y Hudson, y del terremoto del fiordo Aysén de abril de 2007), la facilitación del ingreso de marea roja al fiordo Aysén y la intervención irreversible de uno de los lugares más prístinos de la Patagonia son tópicos que tanto diversos servicios públicos como investigadores independientes han dado a conocer desde que el estudio se presentara en 2009.
Uno de los más críticos ha sido el ingeniero hidráulico (Universidad de Concepción) y PhD en ecología fluvial (Universidad de Montana), Claudio Meier, quien ha revisado profusamente el proyecto y lo ha calificado de “aberración”, no por la imposibilidad de generar electricidad en dicha zona sino por el tipo de iniciativa que está proponiendo la filial de Xstrata. “Este proyecto es una aberración, es el ejemplo más claro de por qué en Chile no funciona en absoluto el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, porque si se hiciera el proyecto con una central de paso generaría del orden de 500 MW con un proyecto verde, un proyecto de hidroelectricidad verde, muy sustentable y, en vez de eso, quieren hacer un proyecto que es terriblemente destructivo, para generar un 10 o 15 % más” señala el especialista.
LO QUE DICEN OTROS SERVICIOS
Pero sus palabras no son las únicas. Desde un principio la localización de las instalaciones y los muros de la represa sobre la activa falla de Liquiñe Ofqui ha generado incertidumbre en Puerto Aysén. Igual que la cercanía del volcán Hudson, a sólo 60 kilómetros al sur del proyecto cuya sala de máquinas se ubicaría a menos de 5 kilómetros del epicentro del sismo y tsunami de 2007. Sobre estas situaciones son varios los servicios públicos e investigadores que han hecho advertencias y que, a la luz de los últimos acontecimientos geológicos, son prácticamente imposibles de subsanar.
Así lo planteó Sernageomin cuando indicó entre sus observaciones que existe en la zona una “falla potencialmente activa cuya traza pasa directamente por la parte media de la presa secundaria proyectada” y que “no se realiza un estudio de inundación del río Tabo. Este río es el que presenta riesgo. La evaluación del peligro de inundación en el río Tabo es importante debido a su conexión con el Lago Los Palos y luego con Puerto Aysén”, todo lo cual llevó al servicio en su primer informe a cuestionar el estudio por “adolecer de manera evidente de información relevante y esencial para efectos de calificar ambientalmente el proyecto”. Razón suficiente para ser rechazado en la ocasión, según establece el artículo 24 del reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Pero aún así, la tramitación siguió su curso.
Sobre el mismo tema, las dudas sobre la viabilidad del proyecto se acrecentaron luego del estudio de riesgos preparado entre Sernageomin, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, las universidades de Chile, Concepción y Austral, el CIEP y la Onemi (y financiado por el Gobierno Regional de Aysén, Corfo y la Fundación para la Transferencia Tecnológica), el cual fuera presentado ante el Concejo de Aysén y la comunidad local en octubre de 2010. Este informe, según reportara un artículo publicado en El Patagón Domingo, concluyó que Aysén es una región geológicamente activa a lo largo de la falla Liquiñe Ofqui de 1200 kilómetros de largo, territorio en el que se manifiesta en forma sísmica y volcánica. A tanto que en la Isla Tortuga (cercana a la desembocadura del río Cuervo) la corteza terrestre se mueve 25 cms. hacia el noreste al año. Durante los sismos de abril 2007 ese desplazamiento fue mucho mayor y actualmente la falla se sigue cargando, ocasión en que además se activaron las fallas de río Cuervo, río Marta y otras de dimensiones menores al interior del valle de Quitralco, haciéndose necesario “un monitoreo instrumental de estas fallas a la brevedad” consignaron los especialistas durante la presentación del informe, informó el semanario. En el encuentro en Puerto Aysén incluso el geólogo de la Universidad de Chile Andrés Pavez, a cargo de la investigación sísmica, dejó en claro que “no hay ingeniería probada para resistir sobre una falla” ni conocimiento de geología de base para entender lo que pasa en Aysén, y tampoco red de monitoreo para estudiarlo.
Los efectos de río Cuervo en el fenómeno marea roja tampoco son menores. La Subsecretaría de Pesca ha señalado que “durante el llenado habrá un periodo de 15 a 24 meses en que el fiordo recibirá sólo la cantidad correspondiente a 3m3/s de agua dulce, generando un incremento local y temporalmente de la salinidad. Esto puede generar una intromisión hacia el interior del fiordo, de la pluma salina. La importancia de lo anterior radica en que la presencia de la microalga nociva Alexandrium catenella (marea roja) en el fiordo está limitada por la salinidad”. Esta observación fue reiterada en el pronunciamiento de Sernapesca de junio de este año, ya que la empresa no ha dado respuesta satisfactoria.
Y, sobre la biodiversidad, la Subsecretaría de Pesca apuntó originalmente a la pérdida irremediable de flora y fauna de condiciones extraordinarias, como por ejemplo la “desaparición definitiva de cuerpos prístinos y sin presencia de biota exótica de los lagos Yulton y Meullín, laguna Quetro, del río El Desagüe y eventualmente del río Cuervo”.
Expertos estiman difícil que Energía Austral logre subsanar fundadas observaciones originales. Claudio Meier, ingeniero hidráulico y doctor en ecología fluvial de la Universidad de Montana, califica la iniciativa incluso de “aberrante”.
Quien ha seguido desde los tiempos de Alumysa este proyecto (las represas Cuervo, Blanco y Cóndor que proyecta Energía Austral –filial de Xstrata- en la zona formaban parte de la propuesta original de la aluminera) es el director de Codeff y coordinador de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann. Para él, todas esas observaciones iniciales, junto a muchas otras, difícilmente pueden subsanarse. Por tanto, su conclusión es clara: “Este proyecto es inviable, tiene serios problemas geológicos, tanto sísmicos como volcánicos, por lo cual jamás se debiera construir en ese lugar”. Agrega que “no es sólo inviable para la propia empresa sino que aumenta mucho los factores de peligro en la zona, en términos de avalanchas sobre el fiordo Aysén y hacia Puerto Aysén por el río Tabo”.
Agrega que en términos ecosistémicos “tampoco debiese ser construido allí, porque estaría ubicado en un lugar de altísimo valor ambiental que pretende destruir, incluyendo lagos, ríos, paisajes que son únicos en nuestro país, además de amenazar con destruir la pesquería en el fiordo. Entonces es realmente cuestionable, debiera ser rechazado de todas formas y, es más, nos preguntamos por qué no ha sido rechazado hasta ahora”. Esto, considerando que de concretarse haría desaparecer los lagos Yulton y Meullín, convirtiéndolos en un solo embalse.
En esto concuerda la investigadora del EULA de la Universidad de Concepción, Evelyn Habit, quien expresó a la prestigiosa revista Science su “preocupación por cómo las nuevas carreteras y el desarrollo comercial podrían afectar a especies únicas de peces en los lagos Yulton y Meullin, entre ellas una distintiva especie originaria de Galaxias platei (puye)”.
El Servicio de Evaluación Ambiental dio plazo hasta el 18 de noviembre a los organismos públicos para hacer nuevas observaciones, luego de lo cual la Comisión de Evaluación Ambiental de Aysén, que integran las mismas autoridades que ya el 9 de mayo aprobaron HidroAysén, deberá resolver si hace más preguntas, aprueba o rechaza el estudio.
Fuente: Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
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