Crónica Después D – Lunes 7 de Febrero 2011

Es la pura verdad…

Por Jorge Díaz Guzmán

Una mentira es una declaración realizada por alguien que cree o sospecha que es falsa o parcial, esperando que los oyentes le crean, ocultando siempre la realidad en forma parcial o total. En función de la definición, una mentira puede ser una falsedad genuina o una verdad selectiva,  si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente… Mentir es simplemente decir una mentira. A las personas que dicen una mentira, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado, consciente.

San Agustín distingue 8 tipos de mentiras: las mentiras en la enseñanza religiosa; las mentiras que hacen daño y no ayudan a nadie; las que hacen daño y sí ayudan a alguien; las mentiras que surgen por el mero placer de mentir; las mentiras dichas para complacer a los demás en un discurso; las mentiras que NO hacen daño y pueden salvar la vida de alguien, y las mentiras que NO hacen daño y protegen la «pureza» de alguien.

Hace unas semanas el aterrizaje del helicóptero particular del Presidente por falta de combustible en un camino vecinal, generó entredichos en quienes sostenían que el descenso estaba programado, que el piloto era o no era el Primer Mandatario y si era una emergencia por falta de combustible o simplemente para saludar a unos amigos…

Hace unos días, otra controversia llegó hasta La Moneda, debido a los dichos de la Intendenta de la Región del Bio Bio, a quien se le acusa de tramitar subsidios de vivienda para familias que no habían sido afectadas por el terremoto.

El viernes pasado -al renunciar a la Selección Chilena- Marcelo Bielsa dijo que una de las principales razones fue que el actual presidente de la ANFP, Sergio Jadue, “deformó la realidad” y que “informó cosas que no sucedieron”…

Y ayer Francisca Galleguillos llamó al aeropuerto de Santiago, avisando de la existencia de un artefacto explosivo, sabiendo que era mentira, y con el único objetivo de evitar que su pareja abandonara el país.

En política los efectos que tiene una mentira, suelen ser sancionados por la  ciudadanía de manera rigurosa y para siempre, esto incluye omisiones de algo que se sabe, pero que no conviene hacer público, o “zafar” de una posición incómoda usando argumentos falsos

En la farándula, la política, el deporte o en cualquier actividad humana la mentira puede llegar tan lejos que es un viaje sin retorno, y donde la única manera de zanjar cuestionamientos, dichos y entredichos… es decir la verdad, cada verdad por dura que sea, de tal manera que la fe pública, la credibilidad y la confianza ciudadana tengan amplia cabida.

En el cuento Pinocho, de Carlo Collodi, el personaje de madera cuya nariz crece cada vez que dice una mentira, es una enseñanza para no decir mentiras….  Porque lo que preocupa en una mentira, es que, en adelante, se deja de creer… como en el cuento de Pedrito y el Lobo.

Así es que no pecamos de ingenuos al mirar cada cierto tiempo la nariz de muchos y muchas personalidades públicas al escuchar sus discursos y explicaciones… pues es deber ciudadano resguardar que nuestro país sea de verdad… y no un “país de fantasías”…

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