Durante los últimos meses los niños de la comuna de Aysén tuvieron la posibilidad de aprender a través de Riesgolandia. Una iniciativa de origen internacional que llegó justo en momentos en que los riesgos ante desastres naturales es un tema sensible en la población y la prevención es la única forma de enfrentarlos.
Por Luis Avendaño M.
Desde Puerto Aysén
En Puerto Aysén existe preocupación por los riesgos que impone la naturaleza. Así quedó en evidencia luego del reportaje de EPD que dio a conocer un informe de la Universidad de Chile, el cual daba cuenta de diferentes situaciones de potencial peligro. Una investigación que -según reconocen en Onemi- sirvió para aumentar el interés de la población por obtener información para la prevención.
Una preocupación que según organismos internacionales debe partir desde la primera infancia. Por eso, la Estrategia Nacional para la Reducción de Desastres (EIRD) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) crearon el juego didáctico Riesgolandia.
“Este material tiene la intención de poner a disposición de la comunidad educativa y a los niños y las niñas una herramienta innovadora e interactiva para la reducción del riesgo de desastres. Los terremotos, las inundaciones, los huracanes, las erupciones volcánicas y los deslizamientos son fenómenos de la naturaleza que siempre han estado presentes en la historia de la humanidad. Sin embargo, el rápido crecimiento de la población, el deterioro y contaminación del ambiente y el aumento de la pobreza entre otros factores, han contribuido a convertir estos fenómenos físicos en desastres, provocando grandes pérdidas en vidas humanas, infraestructura y bienes materiales poniendo en riesgo los derechos de la niñez”, señala la web para América Latina y el Caribe de la EIRD.
Es que según advierten en el video que presenta este material didáctico, “cada año las catástrofes provocan la muerte de miles de personas en el mundo, particularmente, de mujeres, niñas y niños”. Pero la buena noticia, es que aseguran que la cultura de la prevención se puede estimular desde muy temprana edad.
Por eso Riesgolandia ha sido adaptado a la realidad de cada país. En Chile no se pregunta por huracanes, como en Centro y Norteamérica. Los volcanes y sismos son parte de nuestro particular territorio.
Oportunidad para niños ayseninos
Entre octubre y noviembre, Onemi recorrió diversas escuelas en todo el país, llevando Riesgolandia. Con un tablero gigante y 2 dados proporcionales, los niños aprendieron jugando. Un modelo similar al juego Gran Capital, pero que integra información relevante relacionada a diferentes situaciones de riesgo natural, como temblores, tsunamis, sequías, entre otros. O bien generadas por el hombre, como los incendios o la contaminación.
En la comuna de Aysén, su recorrido comenzó en la Escuela Especial Despertar, donde fue bien evaluado por su directora, Edith Riquelme, “esta oportunidad nos permite que los niños puedan aprender jugando sobre cómo prevenir el peligro o bien cómo responder a situaciones de emergencia, aprendiendo términos y la forma de afrontar estas situaciones y resguardar su integridad física. Ojalá sea una oportunidad para que todos aprendamos como enfrentar estas situaciones”, desea.
Una actividad que fue bien evaluada por el encargado provincial de Onemi, Patricio Antimán, “en algunas localidades hemos tenido la suerte de conversar con los niños al final. Se les pregunta nuevamente y tienen la claridad para responder. Son respuestas cortas, pero al poder ver directamente las cosas recuerdan mucho más. Tienen bastante conocimiento y en algunas ocasiones lo tienen más claro que los adultos”, asegura.
Buen aprendizaje que es más fácil de lograr a través de este juego, que se suma a otros esfuerzos en el mismo sentido. “Es una forma novedosa de entregar la información y complementa los sistemas de educación que hace algunos años se vienen desarrollando, en mayor o menor medida, en los establecimientos educacionales Chile”, destaca Héctor Navarrete, director del Departamento de Educación Municipal.
Una iniciativa que según agrega el director del DEM, “sirve para acercar esta valiosa información a los niños y así disminuir el riesgo, en el colegio o sus casas, ante eventuales situaciones de peligro, que muchos conocemos pero que no siempre sabemos afrontar”. Por esta razón, Riesgolandia no sólo aportó valiosa información a los pequeños, “también han participado los profesores. No sólo es para niños, sino que para adultos”, concluye Antimán.
Experiencia positiva
Según el encargado provincial de Onemi, la Escuela Aysén es uno de los establecimientos que mayor importancia da a la seguridad escolar. Por eso, también formaron parte del recorrido de Riesgolandia. “Siempre pensamos que era una actividad que se iba a hacer muy lúdica para los niños pequeños, pero los que más disfrutaron fueron los grandes, los de 8º básico. Además fueron los que más aprendieron”, cuenta Angélica Segura, una de las encargadas de dicha área en su colegio.
De igual forma, los niños de los cursos menores también comenzaron a familiarizarse con algunos términos. “Me gustó mucho, aprendí. Mis compañeros también. Había una ola gigante y como era que se llamaba… ‘¿Tsunami?’ Sí, me fue bien con la respuesta, me la sabía”, relata el pequeño Juan Cárdenas, de 6 años de edad.
Así, con competencias entre los cursos, los pequeños ganaban al responder con rapidez, mientras los más grandes buscaban respuestas elaboradas. “Aprendieron especialmente a autoprotegerse. A los grandes les llamó la atención. Están muy motivados, quieren saber más. Dentro de los planes y programas está la parte geológica, pero también es bueno que todos sepamos dónde vivimos, que no nos extrañemos ante situaciones de riesgo que son normales, pero debemos estar todos alertas para el auto cuidado”, indica la profesora. Motivación en los niños que intentaron seguir fomentando, a través de una muestra geológica que se realizó para sus alumnos en el segundo piso del establecimiento.
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