Con 30 años de sistema de AFPs, la discusión parecía estar más que cerrada, pero con una profunda crisis financiera global que sacudió los mercados internacionales en 2009 y los sucesos en Europa respecto de las pensiones y el costo para el Estado, parece que hay espacio para decir y hacer al respecto, mientras tanto el tiempo avanza…
Por Jorge Díaz Guzmán
En Francia, esta semana el gobierno de Nicolás Sarkosy finalmente publicó la ley para aumentar la edad de jubilación, de 60 a 62 años, desafiando las huelgas nacionales y manifestaciones callejeras que intentaban detener la propuesta del Ejecutivo galo. El tema de fondo era el abultado gasto del Estado francés para sostener el sistema de jubilación de la masa laboral que pasa cada año al sector pasivo. Algo similar ha anunciado en España, el jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero para analizar modificaciones al sistema hispano de pensiones, y en Grecia, la economía más golpeada de Europa ,ya hicieron importantes recortes a los pagos que recibe la población pasiva.
Y es que aunque Chile, con la aparición de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), en 1981, el sistema para jubilarse se diferencia del europeo en un ahorro individual de cada trabajador, las señales internacionales que surgen a partir de los casos del viejo continente indican que el tema de pensionarse está en revisión, es modificable y a veces no deja contentos a la mayoría.
Pirámide invertida
El ingeniero civil industrial, Juan Eduardo Cordero, quien es consultor en gestión y desarrollo; explica que los sistemas tradicionales lo que hacen es que toda la gente activa laboralmente genera un fondo que utiliza la gente pasiva.
“El gran problema que se ha generado, y por eso es porque todo ese sistema está en crisis, es por el envejecimiento de la población. Las tasas de natalidad en Europa o Japón se invirtieron, entonces la tasa de mortalidad es mucha más alta que la tasa de natalidad y eso ha generado una crisis en ese sistema, por lo que en ese contexto la capitalización individual (en países como Chile) tiene sentido”.
Genoveva Puchi, ingeniera comercial y jefa del área de Administración y Negocios e Ingeniería del Instituto Profesional Los Lagos en Coyhaique, señala al respecto que “desde una apreciación muy personal, el modelo que se presenta con mayor proyección es el sistema de capitalización individual, donde cada trabajador es responsable de elegir libremente el tipo de fondo en donde invertir sus ahorros. Como en toda situación existe un costo de oportunidad al decidir por uno u otro fondo, que finalmente va otorgar la rentabilidad a cada cotizante dependiendo de la adversidad al riesgo que posea cada uno, ahora también es importante considerar que de acuerdo a las características que presenta este sistema, los fondos acumulados en la cuentas de capitalización individual es de propiedad de cada trabajador, por lo tanto cada trabajador tiene un respaldo y no podría perder sus fondos”.
A juicio de la ingeniera comercial, “las altas utilidades que obtienen las administradoras de fondos de pensiones en comparación con la rentabilidad obtenida por el cotizante al decidir por un fondo u otro, que según mi punto de vista, es lo que provoca cierta suspicacia con este sistema”. Además, dice Puchi, un punto importante de considerar, es la elección que debe realizar cada trabajador, puesto que si no cuenta con la información necesaria o bien no la entiende, es muy difícil que pueda decidir en forma óptima qué fondo es el más conveniente.
“Si bien es cierto, cada cotizante asume un riesgo, también es importante reconocer que existe libertad de elección, lo que implica que cada cotizante pasa a ser responsable por sus decisiones y en este caso por la pensión que obtendrá una vez que concluya su vida laboral”, puntualiza la profesional.
Juan Eduardo Cordero añade que en general los productos de pensiones son sumamente sofisticados, “por ejemplo los multifondos, las cláusulas, cómo funcionan, la rentabilidad, todo ello es muy sofisticado para el cotizante común. Eso genera mucho ruido, como lo que pasó a principios del año pasado cuando cayeron las bolsas en el mundo y el sistema perdió rentabilidad y la gente salió a pedir ‘devuélvannos nuestra plata’ o a cambiarse de fondo, y eso es por un tema de no entender bien cómo funciona el producto en el sistema (…) aquí se agrega el tema de las comisiones de las AFPs, que es su fuente de ingresos”.
Tanto Puchi, como Cordero, concluyen que el sistema evidencia que falta mayor información hacia los cotizantes, pero que ésta aclare los procesos y oportunidades para una mejor decisión, y junto con ello un rol más activo de la Superintendencia de AFP.
Evaluando el sistema
Desde su implementación en 1981, el sistema de pensiones en nuestro país ha sido objeto de críticas y de cuestionamientos, también en el último tiempo las ha tenido el sistema de pensiones de reparto o solidarias, como el sistema antiguo en Chile.
EPD conversó con Guillermo Arthur, ex ministro del Trabajo en los 2 últimos años de gestión del general Pinochet, es hoy el presidente de la Asociación de AFPs, gremio que agrupa a las entidades que administran los fondos de pensiones en Chile.
Después de 30 años ¿cómo funciona el sistema?
Nosotros estimamos que el sistema de pensiones en Chile se está consolidando, tenemos acumulados, bajo el régimen de administración US$138 mil millones, más US$3 mil millones por concepto de ahorro previsional voluntario, lo que da cuenta de una creciente confianza al sistema, y a nuestro juicio exitosa. Ya que de esos casi US$140 mil millones, una parte menor corresponde al ahorro previsional y una parte mayor a la rentabilidad obtenida por las inversiones.
Con pocas posibilidades de elegir entre sistemas de previsión ¿el cotizante puede escoger entre alternativas o sólo entre marcas de AFPs?
Hay un tema que es forzoso reconocer, hay un mecanismo que significa la llamada rentabilidad mínima donde hay un benchmark (indicador comparativo promedio), donde todas las AFPs, deben compararse al promedio de la rentabilidad obtenida por todos los fondos. Por consiguiente, todas las administradoras hacen…llamémosla apuesta, pero sin alejarse de ese promedio, porque si lo hacen tendrían una rentabilidad bajo el promedio, lo que naturalmente sería sancionado por sus propios cotizantes y además tendrían que recurrir al encaje (recursos propios que deben garantizar al sistema).
Pero más allá de eso, en un sistema previsional que obliga a un ahorro, no deja de ser deseable que las distintas alternativas que ofrece el mercado, no debiera ser muy distintas unas de otras, que no se alejen mucho de ese benchmark, para no poner en un riesgo mayor el ahorro forzoso que hacen los cotizantes, evitar apuestas más allá de lo razonable.
Entendiendo que los actuales actores se rigen por un promedio de rentabilidad similar, si se incorporara un nuevo actor, como una AFP estatal, ¿cual es su opinión en esa eventualidad?
¿Más actores en el mercado? Acá hubo mucho caudal por la entrada de los bancos al sistema….Ahí nuestra respuesta es ‘todos los actores serán bienvenidos’, pero con las reglas que se regula el ahorro obligatorio, porque ocurre que los bancos que querían entrar, lo querían hacer con sus reglas, o sea, ellos no querían convertirse en AFP, porque es muy distinto administrar el ahorro de los trabajadores que administrar recursos propios.
Lo que hay que tener en cuenta es que cuando se administra ahorros para una pensión esos recursos deben mantenerse íntegros, porque la tendencia natural del ser humano, es cambiar el consumo futuro (ahorro previsional) por un consumo presente. La tentación de otros instrumentos a cambio del ahorro previsional son muy fuertes y la regla es que no haya otro beneficio que la pensión.
Respecto a una eventual participación de una AFP estatal, creo que cuando un sistema funciona bien no veo la necesidad que entre el Estado….
En la banca existe ese actor…
Pero existe históricamente… pero no me he puesto a pensar que pasaría con la banca, si no existiere el BancoEstado… Pero, por ejemplo, yo creo que ese banco es una entidad financiera más, yo no creo que el BancoEstado tenga intereses más bajos, costos menores, etc.
Pero asegura cobertura en territorios como éste y tiene instrumentos más asequibles para muchas personas…
Nosotros tenemos presencia en todo Chile….
Pero no en Chile Chico o Cochrane, por ejemplo…
Bueno, las AFP no tienen una relación permanente con sus cotizantes…
Es decir, ¿hay razones para que haya una AFP estatal y también para que no haya?
Pero al no haber una razón para que si, me parece que hay una razón para no….Pero eso no quiere decir que me sienta espantado si la quiere haber, si hay una AFP más, pero también se puede correr el riesgo que no entren más actores al sistema, puede ser un desincentivo…
Uno de los argumentos que se dan para la participación de una AFP estatal es la confianza en el respaldo, frente a una crisis mayor del sistema financiero, donde no tenga por qué el cotizante compartir las pérdidas con el administrador…
Se acaba de salir de una crisis muy severa, la más grande desde 1929, por lo tanto aquí tenemos una experiencia reciente (…) y lo que ocurrió aquí fue una pérdida de valor de los instrumentos financieros, de los activos. Su casa valía menos, pero seguía siendo su casa y así otros bienes. Y los fondos de pensiones están invertidos en bonos que también perdieron valor pero ahí estaban. Ahora ¿cómo nos protegemos de las crisis?, primero por los mecanismos de la ley y, principalmente, por las diversificación de las inversiones, de esa manera se minimizan los riesgos, la vieja teoría de los huevos en distintos canastos, a eso agréguele, la clasificación de riesgos, limites de inversión, en fin…
Si es tan bueno y seguro este sistema, ¿por qué hay un segmento de la sociedad, como las Fuerzas Armadas y Carabineros que no está en el sistema de AFPs?
Nada nos gustaría más que se incorporaran…Son trabajadores muy formales y con cotizaciones muy seguras. Ahora tiene una razón…mire no me quiero meter mucho, porque tampoco la entiendo de forma muy profunda, pero el tema es más laboral que previsional. Lo que ocurre es que el paquete de beneficios de un militar, de un carabinero, de un marino, en el cual las remuneraciones no son altas, pero las pensiones son muy generosas.
Aquí es un tema que habría que estudiar con toda la estructura remuneracional de las Fuerzas Armadas, porque claro, además tiene que pensar que es un sistema piramidal, donde parten todos y los que llegan a los altos grados son los menos. Lo que quiero decir es que el tema no son las pensiones, sino el sistema remuneracional de las Fuerzas Armadas lo que habría que estudiar…
Estado y Garantías
“Los sistemas de reparto o de beneficio definido, hoy están en una profunda crisis y un ejemplo es el caso francés, donde el Estado subió la edad de jubilación, porque los recursos no eran suficientes para financiar la población pasiva”, señala el presidente de la Asociación de AFPs, Guillermo Arthur, a diferencia del sistema chileno que tiene riesgos regulados y que naturalmente están asociados a la volatilidad del mercado financiero.
Arthur se entusiasma con su critica al sistema “antiguo” y entrega cifras: “Hay 57 países que cambiaron la edad de jubilación, hay 28 países que subieron la tasa de cotización y otros 18 ó 20 que bajaron los montos, es decir, el beneficio definido tuvo que ser cambiado porque no fue posible seguir con el sistema que los trabajadores activos financien las pensiones de los pasivos, porque los trabajadores activos, cada vez, son menos por las bajas tasas de natalidad y la población pasiva crece con las expectativas de vida del ser humano, entonces no dan los números. Por eso digo, ¿hay riesgo en el sistema de capitalización individual? lo hay, pero también lo hay en el otro (sistema).
La ingeniera comercial Genoveva Puchi puntualiza que el modelo de reparto “es bastante vulnerable, puesto que existen muchos factores que impiden que el sistema sea eficiente, no como sistema en sí, sino por factores externos, como los cambios demográficos y económicos, este sistema implica replantear los parámetros del modelo, (…) lo que implica por ejemplo aumentos en la edad de jubilación, alzas en las tasas de cotización, entre otros. Ello provoca que este sistema sea de mayor costo para el Estado y por ende para toda la población, que es más o menos la situación presentada por Francia, que buscaba un equilibrio en el sistema, esto con todas las consecuencias que conlleva”.
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