Carlos Antonio Karim Bianchi Chelech es de aquellos políticos distintos y escasos. Desde el ámbito ideológico se autodefine como químicamente puro, regionalista y “patagónico”. Conoce los temas vinculados a la Patagonia y se apasiona con la idea de que la Región de Aysén haga un frente común para vencer la fuerza del centralismo gubernamental. Bianchi no se siente parte de las 2 grandes fuerzas políticas nacionales, con su discurso ha logrado instalar temas que muchas veces no son políticamente correctos.
Sin embargo, a sus casi 50 años, ya ha sido vicepresidente del Senado de la República y rompió con el sistema binominal derrotando nada menos que a Sergio Fernández, de concejal a senador, detentando ahora bancada propia junto al senador por la Región de Antofagasta, Carlos Cantero. Muchos recuerdan el episodio en que la propia Presidenta Bachelet lo llamó personalmente por teléfono, en junio de 2007, para que con su voto definiera la aprobación de los dineros del Transantiago, no sin jugársela por un contundente apoyo para Magallanes. Él admite la llamada presidencial, pero niega haber negociado su voto.
Dice sentirse orgulloso de haber contribuido a que hoy los patagones que trabajaron en Argentina puedan tramitar sus jubilaciones y aprovechar esos recursos, y también se siente parte de la medida presupuestaria, que permite que las regiones extremas reciban dineros del presupuesto destinado al Transantiago.
Fue electo senador por la Circunscripción Nº 19, para el período 2006-2014, lo que comprende Punta Arenas y Puerto Williams, Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Integra la Comisión Permanente de Gobierno, Descentralización y Regionalización y la de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos.
EPD conversó con este atípico senador regionalista, que anuncia pronta visita a nuestra región para iniciar un trabajo conjunto con los parlamentarios de Aysén, con el propósito de levantar una propuesta de la Patagonia chilena, que surja con el aporte de todos los sectores de la ciudadanía patagónica. Se entusiasma y señala que muy pronto debemos generar el primer encuentro patagónico, el primer encuentro de la Patagonia Chilena.
Senador, ¿cómo cree usted que se logrará la integración de la Patagonia chilena?
Lo primero es tener un Presidente o Presidenta que tenga una visión geopolítica y que no esté solamente preocupado de lo que ocurre en el día a día. La Patagonia hay que mirarla con un sentido estratégico, para que se le mire con la importancia que realmente tiene para el país. Nosotros, los parlamentarios, los senadores, podemos colaborar y yo en particular vengo trabajando en esa dirección, hace sólo unos días iniciamos un trabajo que queremos impulsar desde Aysén y desde Magallanes para desarrollar una estrategia de la Patagonia chilena, pensando al menos en los próximos 50 años. Donde se consideren todos los grandes recursos que nuestro territorio tiene y cómo ellos se ponen al servicio de los habitantes de la Patagonia y del país. Lo importante es que la gente de la Patagonia hable de su territorio, de su poblamiento de todos sus recursos, del valor agregado que ellos tienen por el provenir de la Patagonia, de su cultura, etc.
¿Qué evaluación tiene de las políticas de excepción que se han aplicado en estos territorios, por qué no han dado los resultados esperados?
Primero, algunos de ellos han dejado de ser de excepción, ejemplo el DL 889, que cada año muere y cada año debemos dar el espectáculo para que el gobierno nacional nos considere dentro del presupuesto, y eso es una muestra de cómo no se deben hacer las cosas y la gran diferencia que tenemos con la Patagonia argentina. Las excepciones por 30 ó 50 años. Aquí tenemos que mendigar cada año y eso es impresentable, tenemos un DL 15 que también hay que discutirlo, una zona franca que puede ser mejor utilizada, para potenciarla con la Región de Aysén. Lo que falta es que los habitantes de la Patagonia se sienten, todos juntos, a conversar sobre estos grandes temas y generar una propuesta que se la presentemos al Ejecutivo, mientras no sea así, estaremos cada año discutiendo con el gobierno de turno los presupuestos y eso no es una política de excepción.
En ambas regiones uno de los obstáculos que se plantea sortear para lograr mejores niveles de desarrollo, es la conectividad en todas sus formas, sobre todo, dicen los pobladores, la física, ¿comparte ese juicio?
Mire, hoy tenemos recursos excepcionales, sobre todo de los que provienen del “Transantiasco” y que hay muchos que señalan que fueron mal utilizados por los gobiernos regionales. Lo que ocurre, es que en nuestras regiones no existen gobiernos regionales, son meras “administraciones”, no se gobierna, sólo se gobierna en el nivel central. Por lo tanto ¿qué es lo que tenemos que reclamar?, el traspaso de competencias reales, donde potenciemos por ejemplo la conectividad. Nuestras regiones nunca serán competitivas si no tenemos una conectividad de primer nivel. Entonces yo aspiro, primero, a una descentralización, manteniendo el carácter unitario del país, y a un traspaso de competencias donde podamos definir las grandes políticas y proyectos, sin tener que depender del gobierno central.
En esta parte de la Patagonia, es el acceso a la educación superior. Aquí los estudiantes miran hacia el norte y no hacia Magallanes, que ya tiene una oferta en educación superior, ¿es posible integrar la educación superior desde una mirada también patagónica, como dice usted?
En esta materia no hay nada que inventar, aquí hay que ponerle voluntad, y lo que me acaba de preguntar es uno de los temas que debemos abordar con urgencia. Lo he conversado con el senador Horvath, con quien tengo más vinculación por nuestro trabajo parlamentario, y precisamente uno de los objetivos de nuestro próximo encuentro es hacer una propuesta concreta sobre ese tema tan importante para el desarrollo de nuestra Patagonia. Aquí debemos convocar al Estado para abordar con seriedad este gran tema, aquí debe haber una mirada país, con sentido geopolítico, para engrandecer la Patagonia chilena por medio de la educación superior. Hoy día no está esa voluntad y por tanto debemos ser nosotros mismos quienes impulsemos estas iniciativas.
Senador, usted ha señalado en varias parte de nuestra conversación la palabra “geopolítica” y el “sentido de Estado”. ¿En la Patagonia existe una política de Estado para su desarrollo, es necesario?
Absolutamente, aquí en nuestros territorios ha actuado el gobierno central, pero nunca el Estado de Chile. Desgraciadamente el Estado de Chile jamás ha actuado como Estado con su Patagonia, sólo lo ha hecho como un gobierno central que da instrucciones a sus administradores regionales. Aquí lo que reclamamos es la intervención del Estado de Chile con su Patagonia.
Asunto mapuche
“Desgraciadamente, una vez más, estamos frente a un gallito político, de nuevo estamos presenciando un espectáculo que cada cierto tiempo nos da el Congreso de la República, cuando hay fuerzas encontradas que no contribuyen a la solución del problema que se discute. Por más que se quiera justificar por la vía de las indicaciones que se han propuesto, indicaciones que obviamente lo que hacen es partir no concordando y no con el ánimo de buscar una solución. Este tema que tiene que ver con nuestros hermanos mapuches, por supuesto que requiere urgente, urgente solución, sin endosarle responsabilidades a otros gobiernos. Tampoco se puede legislar con presión; de rodillas no se puede legislar… este es un problema de Estado, dejar de lado las discusiones estériles y pequeñas. Aquí debe haber una mirada de Estado con letras mayúsculas”.
Evaluación de los 6 meses
“No acostumbro a evaluar el trabajo de los demás, soy autocrítico de mi trabajo y más allá de las evaluaciones, veo, sobre todo en las regiones, que no se lograron cristalizar los anhelos de tener cambios importantes de administraciones que respondan al deseo de muchas personas que querían un cambio en el país. Pero son los ciudadanos los que en definitiva evalúan los gobiernos.
Como senador y como representante de otro poder del Estado, quiero colaborar siempre con el gobierno de turno, tengo esa disposición, porque tengo esa libertad con mayúscula, sin recibir instrucciones de partido alguno. Además tengo muy claro que en la medida que le vaya bien el gobierno tendrá que irle bien a todos”.
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