Califica como “una maratón” la campaña en contra del megaproyecto hidroeléctrico en Aysén, pues es una carrera que se ha tornado de largo aliento, pero Sandoval asegura que la ‘cruzada antirepresa’ ha tenido efectos concretos, obligando a Hidroaysén a replantearse plazos para atender la presión ciudadana en el proyecto.
Por Jorge Díaz Guzmán
La mayoría lo reconoce como “el amigo de Lagos”, y no es que Hernán Sandoval Orellana (63) no tenga méritos propios, al contrario, este médico cirujano de la Universidad de Concepción, especialista en medicina del trabajo y toxicología clínica de la Universidad La Sorbonne de París, académico y militante PPD, acumula una vasta trayectoria. Y esa trayectoria es la que de alguna manera llega a una de sus cumbres, cuando su amigo Ricardo llega a la presidencia de Chile.
Sandoval es el padre del Plan Auge, tras ser designado en el 2000 como secretario ejecutivo de la Comisión Reforma de la Salud, una especie de corolario luego de ejercer entre 1973 y 1983 como consultor de la Organización Mundial de la Salud, viviendo en Francia, África y México. Fundador del PPD junto a Ricardo Lagos Escobar, fue su embajador en Francia durante su gobierno, para presidir hoy la corporación sin fines de lucro Chile Ambiente.
Cómo, cuándo, dónde
A su juicio, por qué cree que Chile se ve en este escenario de incorporar o no proyectos de esta naturaleza a la matriz energética nacional? ¿Qué pasa con la planificación desde el Estado para satisfacer las necesidades energéticas?, mañana otras regiones pueden estar en este debate…
Efectivamente, nosotros pensamos -y cuando digo nosotros hablo como Consejo de Defensa de la Patagonia, pero también como ciudadano, ¡nosotros los chilenos!, (dice con fuerza)- que la política energética no ha estado a la altura del desarrollo que necesita el país y el tipo de desarrollo que requiere el país.
Hay un error, a nuestro juicio, básico y conceptual que es, pensar que este tipo de problemas se resuelve por la sola actividad del mercado, y ese es un tremendo error. En la medida que en ningún país del mundo, estos temas tan importantes, se dejan al imperio de las decisiones que toman los inversionistas, por el contrario, se generan políticas públicas muy proactivas, en el sentido que se genera una planificación del Estado, de qué tipo de energía se necesita, el cómo, cuándo y dónde.(…)
El problema del mundo moderno, es que las decisiones se tornan cada día más complejas, en la medida que son múltiples factores los que actúan y uno no tiene relaciones polares, un si o un no, y lo que hay que ver es ¿cuánta energía necesitamos?, cómo la generamos, dónde va a consumirse, por lo tanto, el cómo se genera y dónde, pasa a ser un tema muy importante, y cuáles son la visiones previsoras del futuro que vamos a considerar para implementar esa política. Estas son las preguntas que no las contesta el sistema privado, ellos están guiados por un sólo factor, que es maximizar las utilidades del inversionista. Y eso no puede asumir la complejidad que se requiere hoy día para ver todas las variables que intervienen en una decisión que tiene que ver con todo el país, como ésta.
Entonces, ¿cómo los ciudadanos se expresan para representarle al Estado sus puntos de vista respecto de una decisión, como dice usted, que tiene que ver con todo el país?, ¿de dónde salen las alternativas que efectivamente respondan a las necesidades energéticas que tiene Chile?
Bueno, en primer lugar nosotros -¡nosotros los chilenos!- tenemos que reconocer que somos muy poco participativos cuando tenemos que discutir políticas públicas, y más bien, observamos las políticas públicas. Nos pronunciamos frente a ellas cuando nos tocan directamente, y eso es un defecto de nuestra evolución democrática que todavía no ha generado los mecanismos para que haya una participación ciudadana más activa (…)
En torno al tema energético, nos hemos movilizado, hace tiempo ya, alrededor de Ralco y las represas del Bíobío, y ahora en torno al Baker y el Pascua, y las represas y otras que se podrían hacer. Pero no estamos proponiendo una política energética global: el Consejo de Defensa de la Patagonia y las instituciones que lo conforman, hemos dicho (que) el tema de la Patagonia, hoy día es contingente de la Patagonia, pero expresa un tema general, por lo tanto, lo que estamos buscando es cómo expresamos la necesidad de formular una política energética global y que asuma la complejidad de la que estamos hablando y que no sólo sea fijada por los inversionistas.
Y por otra parte, las grandes empresas monopólicas que están detrás del proyecto HidroAysén y que concentran sobre el 70% de la generación del Sistema Interconectado Central (SIC) actúan con esta cosa de que lo que ‘es bueno para Endesa y Colbún, es bueno para Chile’, lo que no es cierto. Acuérdense que hubo un presidente de la General Motors (Charlie Wilson), en Estados Unidos, que en 1955 dijo que “lo que es bueno para la GM es bueno para EEUU.” y la GM terminó, quebrada, desprestigiada y con un 20% de las acciones en manos del Estado, y otro porcentaje en manos de sus trabajadores. Entonces, eso de pensar que el interés de las empresas, y el de sus accionistas, es de interés nacional es totalmente erróneo y eso es lo que nosotros queremos mostrarle a la comunidad nacional. Es decir, que no sólo hay un tremendo daño ambiental, sino que además, hay una concentración monopólica, lo que se traduce en un tremendo poder de esas empresas en la política y en la economía del país.
Y cómo se abre este debate en las instancias de poder, ¿dónde se expresa la visión que ustedes tienen, más allá de una campaña?, que por lo demás debe ser muy costosa, ¿cómo ustedes abren un espacio donde se toman las decisiones?
En ese sentido yo soy bastante optimista. Todas las encuestas de opinión que se han hecho en los últimos 3 años en Chile, donde se pregunta el tema de las represas de la Patagonia, más del 50 % de los ciudadanos se han manifestado en oposición que se hagan las represas en la Patagonia….
Pero esas encuestas no son vinculantes…
Desde luego que no son vinculantes, pero usted pregúntele a un político si le hace caso o no a las encuestas. En segundo lugar, apenas un 30% se han manifestado a favor de las represas en la Patagonia, o sea que hay una gran mayoría de los chilenos que están en contra de las represas en la Patagonia. En ese sentido, nuestra campaña no ha sido en vano y ha sido muy importante en consolidar un respaldo y poner el tema en el debate público hoy día. Y durante la última campaña presidencial, los candidatos se pronunciaron en torno a las represas en la Patagonia, todos tuvieron que decir algo, aunque fuera de una forma de escabullir el bulto a una toma de decisión clara y definida.
Y la otra cosa, es que los anuncios originales de HidroAysén era que ellos estarían produciendo con la primera planta en 2015 y ahora dicen que la primera represa estaría produciendo en 2020 y antes preveían que el proyecto terminaba ese año, y ahora declaran que el proyecto terminaría el año 2025. Es decir, ya llevan 5 años de retraso y esto es básicamente a una campaña que les ha obligado a profundizar un diseño del proyecto y a responder las interrogantes del EIA, que todavía no han sido capaces de responder plenamente (…). Es decir hay una forma de presión ciudadana que ha tenido que ser tomada en cuenta por las autoridades.
No hay apuro
Respecto de los plazos, el nuevo vicepresidente ejecutivo de Hidroaysén señaló que “prefiere hacer las cosas bien, más que rápido”, ¿es esa una buena razón para usted?
Bueno, yo creo que él tiene toda la razón y esto es un proceso largo, nosotros estamos muy concientes, que el enfrentamiento que tenemos nosotros a esta política y a esta propuesta de invertir en la represas en la Patagonia, es una maratón, no es una carrera de 100 metros. Y que por lo tanto ellos tienen el peso y la solidez de la gran transnacional con miles de millones de dólares de respaldo y miles de accionistas, en realidad no están apurados. Ellos tienen otras alternativas de inversión y seguramente esas la van a tomar si tienen menos problemas y más ganancias que las que va a generar Hidroaysén, en consecuencia ellos se están tomando su tiempo, nosotros estamos concientes también que tenemos que enfrentar esa lentitud de las cosas.
Este tipo de iniciativas, este tipo de proyectos, con enorme impacto ambiental, ha sido dejado de lado en casi todas partes del mundo. Y los últimos que lo realizaban eran la Unión Soviética y hoy los chinos. Tipos de economías con planificación centralizada, o sea el enfrentamiento que hacen los monopolios de sus propios intereses es el mismo que hacían los estados de socialismos reales totalitarios. Esta es una política, podríamos decir, casi estalinista, de aprovechar al máximo los recursos naturales, sin pensar en el impacto que se provoca sobre ellos y las consecuencias que podrían tener en las futuras generaciones.
Pero el actual régimen político es bastante distante de esos modelos que existieron en Europa del Este. Hoy tenemos un escenario político, donde se supone existe una mirada más liberal de la economía…
En primer lugar, la distancia no la veo tan grande, son cortes ideológicos donde fundamentalmente lo que importa es el productivismo, o sea lo que va a generar mayor bienestar a la humanidad es la mayor producción y eso está lejos de estar demostrado.
El aumento de la producción mundial en los últimos 30 años del siglo pasado casi se duplicó, sin embargo, el número absoluto de pobres y las brechas de ingreso entre los más ricos y pobres, no se disminuyeron, sino que aumentaron. En consecuencia, estas ideologías productivistas son ideologías que no toman en cuenta los límites que impone la naturaleza al desarrollo de las actividades humanas y creen que sólo con obtener ganancia, están permitiendo un equilibrio que va a permitir a la gente vivir mejor y ser más felices. Yo no veo una diferencia de fondo a la ideología que los mueve. Además el neoliberalismo, tiene una visión muy dogmática, porque se proclaman como una verdad.
¿De dónde se obtienen los recursos para financiar una actividad de largo plazo, cuando vemos, al menos en Coyhaique, que la ciudadanía no contribuye económicamente a esta campaña?
Muy difícilmente, yo le voy a decir que nosotros tenemos tremendas dificultades desde el punto de vista financiero, particularmente, la institución que yo presido (Chile Ambiente), que durante los 14 años que ha vivido, se ha sostenido fundamentalmente desde el punto de vista de proyectos de evaluación ambiental, de desarrollo de parques naturales, de proyectos de ordenamiento del territorio. Desgraciadamente en los últimos 2 años, con la crisis internacional, mucho de los proyectos que teníamos se han acabado y no hay nuevos financiamientos, y no hay llamados desde el gobierno a nuevos proyectos. Tenemos varias ediciones de libros que nos ayudan, son sumas modestas, pero sirven para la estructura.
Esta es una tremenda tarea, para poder mantenernos activos y al mismo tiempo generar un financiamiento, sobre todo en una fase recesiva, de la preocupación por lo ambiental. Aquí hay un tema de convicción y de deseo de actuar a favor de una política energética sustentable en nuestro país.
Desarrollo local y producción hidroeléctrica ¿dónde está la colisión?
No puede haber un proyecto a expensas de lo local, no se puede sacrificar a Aysén para transformarse en una pila o batería del resto de Chile, sin que eso signifique un beneficio directo a las comunidades. Estos grandes proyectos hacen desaparecer las economías locales y eso es muy preocupante para la gente de Aysén. Los megaproyectos hacen que las economías naturales desaparezcan.
Pila de la Minería
Lo importante para el Dr. Sandoval es que la gente sepa -y lo dice con mucho énfasis-“que la energía que se generaría en Aysén es pensando en el consumo del norte del país, en la gran minería del cobre”, pero, añade, “eso se requiere ahora. Sólo en la presente década la industria minera tiene proyectado invertir, y así se expuso en la última Expomin, unos 45 mil millones de dólares, es decir, la energía que ocuparán estos proyectos es ahora y será generada con carbón. Entonces lo que se está haciendo, es para sustituir en parte la generación térmica, lo que yo no creo y con eso se piensa se podría disminuir la producción de carbono del país. O sea, nosotros estamos haciendo un tremendo impacto en el sur de Chile, para consumir la energía en el norte de Chile”.
Agrega que “al mismo tiempo tenemos que las exportaciones de cobre generan más de US$25 mil millones al año para las compañías que las exportan. Lo que nosotros decimos es que el cobre pague su propia energía y que la genere localmente y se busquen las fuentes locales (geotermia, eólica, solar, mareomotriz, etc.) y no construir líneas de miles de kilómetros”.
Energía Nuclear
“La iniciativa privada no da respuesta a estos temas, porque la iniciativa privada hace sus cálculos a corto plazo, solamente los países y las decisiones políticas de interés nacional pueden planificar a mediano y largo plazo (…) El tema de lo nuclear, es que también son emprendimientos monopólicos que concentran gran cantidad de capital (US$4 millones a US$5 millones por Mw instalado), gran cantidad de conocimientos y no pueden ser chicas, deben ser enormes, la más pequeña debe ser de mil megawatts.
Además, está el riesgo de escape radioactivo y los residuos nucleares. En consecuencia, favorece la estructura monopólica de la generación, en cambio, lo que se propone hoy es la generación distribuida, aprovechando las energías locales y ojalá que se consuman localmente”.
Potencial Ecoturístico
“Los atributos que tiene la Región de Aysén, desde el punto de vista del desarrollo ecoturístico son impresionantes, hay pocas regiones que tengan la belleza, la serenidad que uno alcanza visitando la Patagonia chilena. Yo he estado en más de 70 países y cada vez que llego a Aysén me maravillo con su belleza, mirando Cerro Castillo, el Baker llegando a Tortel, etc.
El potencial de Aysén en turismo es mayor al argentino y al que se desarrolla en Torres del Paine. Hay que reforzar la producción ganadera, con mayor tecnología y calidad, para que las praderas sustenten de mejor forma la masa ganadera, además se puede recuperar la producción forestal (…) hay ahí una enorme capacidad, pero todo esto requiere decisiones de mediano y largo plazo y ayuda con subsidios a la inversión.
Aquí debiera haber una política de Estado con estímulo a la inversión, con protección de lo que nos queda de naturaleza prístina, con un cuidado respetuoso de los campos de Hielo”.
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