Unión Comunal de Puerto Aysén y sus avances

Con una nueva directiva trabajando hace algunos meses, pretende recuperar el sitial de antaño. Para eso, apuestan a la capacitación como forma de cautivar a nuevos dirigentes. Además, buscan acercarse a sus bases para lograr la tan anhelada participación ciudadana.

Por Luis Avendaño M. / Desde Puerto Aysén

   Las juntas de vecinos ya no están sólo representando a la comunidad. Nuevas organizaciones, con roles más específicos, están alcanzando espacios de relevancia. Agrupaciones de consumidores, de automovilistas, de ecologistas, clubes deportivos, entre otros, están cobrando fuerza en la defensa de los derechos de sus asociados o en su interés por reunir personas con intereses comunes.

   Con esta realidad a nivel país, es cada vez más difícil potenciar instancias que velen por necesidades generales de una determinada unidad vecinal. A eso se suma el descrédito que a veces tiene la labor de dirigente. Una labor poco reconocida y en otras ocasiones criticada con razón. Dependiendo el caso.

   Puerto Aysén no está ajeno a esta realidad “hay buenos líderes, pero sólo se unen para defender lo que en ese momento les interesa”, cuenta Rosa Navarro, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos.

   Con este escenario la labor de los dirigentes se vuelve más difícil, “muchas veces no tenemos el apoyo de las bases, la comunidad vive su metro cuadrado”, insiste Navarro. Situación que cambia cuando existe alguna contingencia, “reconozco que las bases apoyan cuando hay una necesidad. He llegado a tener 120 socios en las reuniones y en otras ocasiones sólo 20”, señala Rosa Chávez, presidenta de la Junta de Vecinos Pedro Aguirre Cerda y secretaria de la Unión Comunal. No obstante, la propia dirigenta aclara que nunca recibió una respuesta negativa de sus vecinos cuando solicitó alguna cooperación. Eso sí,  golpeando puertas y recibiendo diferentes excusas por no asistir a reuniones.

Gladys Zúñiga

   Sin embargo, hay casos que alimentan la esperanza de una mayor participación, “somos una villa pequeña, lo que permite que la relación sea fluida. Contamos con un comité de gestión, que no es una organización formal, pero lo consideramos necesario para no recargar a los dirigentes. Lo que a veces los desencanta”, explica Gladys Zúñiga, presidenta de la Junta de Vecinos Villa España.

Buscan reposicionarse

   La nueva directiva de la Unión Comunal de  Juntas de Vecinos asumió en diciembre pasado. “Nos encontramos con varios trabajos que faltaban por hacer, nuestra sede estaba destruida”, asegura Rosa Navarro. Por eso, ahora que cuentan con su infraestructura remodelada pretenden transformarse en el verdadero referente de las demás organizaciones.

   “El ex presidente participaba en las mismas mesas de trabajo en las que yo estoy ahora, pero no les informaba a las bases”, cuenta Navarro.  “Se iba a hacer pantalla, para ir a reuniones, pero gestiones de interés para la gente no había. Hoy día estamos haciendo un trabajo, estamos insertándonos en lo que le compete Aysén”, agrega Rosa Chávez.

   Gladys Zúñiga califica como lamentable lo ocurrido con la anterior administración de dicha instancia vecinal, pero ve con optimismo la labor de esta nueva directiva, “hay gente creíble. Su presidenta es una persona con muchos años de experiencia, muy transparente, abierta a escuchar nuevas ideas. La acogida que la directiva ha tenido con los nuevos dirigentes habla muy bien de querer trabajar en conjunto. Eso me da pie a pensar que esta Unión Comunal va a tomar la fuerza que necesita una institución de este nivel”.

   Seguramente, con la misma actitud que cuenta la dirigente de Villa España, la directiva comunal pretende motivar a nuevos líderes vecinales. Una tarea pendiente. “No tenemos mucha juventud. No son comprometidos para ir a reuniones, ahora esperamos hacer un puerta a puerta, invitarlos para que ellos puedan ser dirigentes, porque son el futuro de Aysén”, explica Navarro.

   Al respecto, la experiencia de Gladys Zúñiga puede servirles como motivación, “no soy de Aysén. Llevo 13 años acá y era de las personas que me quejaba que no se hacia nada. Un día dije ‘¿Me quejo y qué hago yo?’ Y eso motivó que nos organizáramos en la junta de vecinos. Descubrí una faceta en mí, que es la capacidad de disponer de tiempo  al servicio de los vecinos”.

   Por eso, esta dirigente da su receta para atraer a jóvenes dirigentes, “hay que escuchar las necesidades reales que tienen dentro de la comuna. La gente mayor se enfrasca en lo que se ha venido haciendo, porque son formulas que le han dado resultado. Entonces, la idea es atreverse con las ideas de los jóvenes. Hay que ir dándoles un espacio para que se manifiesten y sacarles el estigma de ‘tribu’ que tienen. Crearles espacios de entretención y de cultura”.

   Para el objetivo de formar nuevos líderes serán fundamentales las nuevas capacitaciones. Asimismo, servirá para perfeccionar a antiguas dirigentes que humildemente reconocen que pueden tener falencias y que muchas veces deben ocupar sus actuales cargos por el escaso interés de otras personas, “yo lo hago porque alguien tiene que hacer la pega, porque sino todo va muriendo y no se consigue nada”, señala Rosa Chávez.

   En tal sentido, durante 2009 se realizó un encuentro de dirigentes, en el cual pudieron hacer un diagnóstico de sus fortalezas y debilidades. “Nuestra meta como Unión Comunal es hacer otra capacitación.  El año pasado la municipalidad realizó un encuentro. Esperamos que se repita. Que sea más fuerte y nos traigan otras personas, para que nos de otra visión y nos comparen con otras ciudades”, pide Rosa Navarro.

   De esta manera, pretenden fortalecerse como organización y alcanzar el respeto que creen merecer, “uno se encuentra con muchos obstáculos, con despreocupación. No se le da al dirigente social la importancia que tiene. Uno entrega su tiempo, deja a su familia”, cuenta Rosa Chávez.

   Sin embargo, el trabajo de la actual directiva esta empezando a ser recompensado. Hace algunas semanas el municipio lanzó el Fondo de Desarrollo Vecinal (FONDEVE). Instancia que existe por primera vez en la comuna de Aysén y que financiará 10 proyectos de 250 mil pesos. Una cifra que la presidenta de la Unión Comunal espera que aumente en los próximos años, pero que cree viene a cumplir con una obligación de las administraciones comunales, como lo es el fomentar y potenciar las organizaciones vecinales. “Ahora están asumiendo que nosotros realizamos un rol importante para la comunidad”, asegura.

“Me creo el cuento de dirigenta”

   Rosa Navarro es una mujer de armas tomar. Cuenta que no alcanzó a terminar de cursar el quinto básico. Tenía 13 años  y sus padres no quisieron dejarla en un internado mientras ellos se iban a trabajar a una isla. Por eso, ha formado su liderazgo a través de la experiencia que le entrega una vida participando de diversas organizaciones sociales. “Yo me creo el cuento de dirigente. Cuando un vecino no puede hacer un trámite ante la autoridad, yo lo hago”, asevera.

Rosa Navarro

   Junto a 24 compañeros, como dice ella, creó el primer sindicato de trabajadores temporeros de la empresa Friosur. Luego, desde 1999 asumió el liderazgo de la Junta de Vecinos Gabriela Mistral y desde diciembre pasado que está al mando de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos.

   Desde ese lugar, no dudó en plantear su molestia por las consecutivas tomas del puente Presidente Ibáñez. Y cuando el ex Ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, visitó Puerto Aysén, le solicitó que le entregara el decreto que nombra a dicha obra como Patrimonio Nacional.

   Con el objetivo de que no se dañe una infraestructura de tanto valor para los ayseninos, ya les hizo presente el tema a las nuevas autoridades, quienes le dijeron que no se preocupara, que  no iban a permitir que se tomen las calles y que habría “mano dura”. Sin embargo, la propia Rosa Navarro aclara que si hay que manifestarse en la vía pública, ella lo hará. Sólo espera que no se toque el puente.

   Pero no sólo es dirigente vecinal, también tiene militancia política. Y sabido es que quienes ostentan el poder político intentan influir en las organizaciones para que sean dirigidas por gente de su confianza. Pese a eso, Navarro asegura no temer que el ser socialista la perjudique en su relación con las autoridades de gobierno, “yo no le tengo miedo a los problemas, pero la política y la religión la dejo a un lado. Si las autoridades no lo hacen, el problema es suyo. Yo no pierdo nada”.

Un apoyo controversial

   Conocida es la gran inversión que están realizando las hidroeléctricas en diversos lugares de nuestra región, financiando proyectos comunitarios, deportivos, culturales y educacionales. Situación que no es vista con buenos ojos por quienes se oponen a dichos megaproyectos, los cuales ven detrás de ese apoyo un interés por influir en la posición que las comunidades puedan tener sobre estas iniciativas.

   Por eso, no es un tema menor que por segundo año consecutivo Energía Austral haga entrega  en Puerto Aysén de los llamados Fondos Concursables Comunitarios.  Durante 2009 se ejecutaron 62 proyectos por dicha vía y este año existen fondos a repartir cercanos a los 50 millones de pesos. Además, mantienen una fluida relación con la Unión Comunal de Junta de Vecinos, a la cual le han financiado diversas iniciativas.

   Ante dicho apoyo, Rosa Navarro señala no sentirse comprometida, “nosotras fuimos bien claras. Tenemos una mesa de trabajo con Energía Austral y le hemos dicho que nosotros no vendemos nuestra conciencia. Nosotros vamos a recibir todo lo que ellos ofrezcan por el bien de la comunidad”.

  Además, aclara, “nosotros vamos a respetar lo que digan las autoridades. Si las aceptan  (a las hidroeléctricas), bienvenidas sean. Pero les vamos a exigir más, no sólo el dinero para hacer una calle, una sede, sino que quede algo para Aysén. Tenemos la luz más cara de Chile y ellos van a obtener energía, entonces nosotros debiéramos tener la luz más barata”.

   Pese a esto, agradece que Energía Austral sea la única empresa que los ha apoyado y se atreve a criticar, “hay otras empresas que nunca se les ha exigido nada, como las pesqueras. Los ecologistas también debieran preocuparse de ellas. Nadie se preocupa de las condiciones en que esta el mar. A una empresa se la ataca con bombos y platillos y a las otras nada”, sentencia.

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