Centro de sky El Fraile: Cerrado y con actividad congelada

   Al conversar con cualquiera de los amantes del esquí y el deporte de montaña que existen en la Región de Aysén, afloran “los años mozos” del querido centro de esquí El Fraile, ubicado en un terreno a 29  kilómetros de Coyhaique, donde destacaban los deportistas de alta competición con semillero en el Club Andino Escolar (CAE), que veían con orgullo cómo este recinto se transformaba en un lugar de vida sana, disciplina deportiva y encuentro familiar. Generaciones de esquiadores llegaron a levantar copas y medallas, aquí surgen nombres como Pablo Rodríguez, Juan Andrés Galilea, Pablo Sáez, Daniel Wulf, Verónica y Marcela Ehijos, entre los más destacados.

   En el año ‘84, se construyó  este centro con la ayuda del Ejército, institución a cargo de la construcción  de las canchas y andariveles.

   “Durante los primeros años, todo funcionaba en perfectas condiciones y esta disciplina se iba masificando a través del CAE. Fueron varias las actividades que se realizaron durante las décadas de los ‘80 y ‘90”, comenta Enrique Briones, instructor de montaña que lleva más de 20 años ligado a este centro de esquí, enseñando a  varias generaciones, en un Fraile que albergó un campeonato Patagónico con equipos del Conosur de Chile y Argentina, un encuentro nacional de esquí militar, lugar de práctica para esquiadores extranjeros de alto rendimiento e innumerables competencias a nivel regional.  Hoy las rejas de acceso al centro de esquí están cerradas, con candado y cadenas.

Algo de slalom

   La historia de El Fraile tiene altos y bajos. Han sido diversas las administraciones y concesiones que lo acompañan, algunas locales y otras extranjeras, entre ellas la de Patagonia 45 Ltda.

   “Cuando vimos que nuestros 3 hijos salieron campeones nacionales y empezamos a viajar con ellos y un grupo de más de 15 niños por diversos centros de esquí del país y Argentina, veíamos cómo El Fraile estaba un poco botado, sin pisa nieves, sin seguridad en pistas, entre muchas falencias. Un día con Silvana, nos preguntamos qué tal si aportamos un poco de nuestro esfuerzo para tratar de hacer algo con el esquí”, explica Raimundo Cristi, quien junto a su esposa Silvana Matté se lanzaron en este fascinante proyecto.

   “El sueño ha ido de la mano de un compromiso que viene de lo obtenido por nosotros como familia, al ver a nuestros hijos. Al igual que muchas familias de Chile nos preocupamos de que nuestros hijos hagan deportes, los nuestros fueron de alto rendimiento local, compitieron en Europa, EEUU, con logros nacionales. No mirábamos para que fueran número uno o de las ligas mayores del esquí mundial, sino como una forma de vida, como un aprendizaje para nuestros hijos. Los resultados son que 3 están en la universidad, estudiando lo que quieren y les ha ido bien. ¿Qué mejor que retribuir eso, en apoyar al escenario donde nuestros hijos se desarrollaron como deportistas y tratar de sacar adelante esto?”, remarca Cristi.

   Y fue así que el matrimonio se lanzó en esta aventura de administración de El Fraile con una buena temporada, pese a empezar tarde, pero resultó. Luego, comenzaron los problemas con un socio y optaron por retirarse, encontrando, en aquel entonces, poca voluntad política por apoyarlos en el proyecto.

Desierto blanco

   Lo que ha ocurrido en el último tiempo da para la reflexión. Porque quienes llevan este deporte blanco en las venas y como una forma de vida, ven con preocupación la situación por   la que atraviesa este centro.

   Una reciente licitación de concesión que subió al portal ChileCompra, Chiledeportes, dueño del centro, resultó desierta. En buenas cuentas El Fraile, por el momento, queda sin una administración privada, luego que él último concesionario José Antonio Morales, de origen español, optara por dejar el negocio.

   “El español me dejó botado. Así de simple”, comenta el actual director de Chiledeportes, Manuel Díaz.

   “Nosotros esperábamos una temporada tranquila este año, pero en mayo pasado renunció de un día para otro, diciendo que se haría cargo del centro Antillanca. Quiero tratar de salvar esta situación”, señala Díaz. La situación que tuvo como primer salvavidas una licitación que para los interesados presentaba unas exigentes especificaciones técnicas, una boleta de garantía de alto monto, un plan de inversión y sólo 2 temporadas de administración, en un centro que presenta muchas falencias no fue atractiva.

   “La mayoría del material ha ido sufriendo un desgaste y debilitamiento como cables, ganchos, motores y sistema eléctrico”, fundamenta Enrique Briones, “lo que implica un peligro grave para el usuario”. Una mirada que comparte Felipe Vega, presidente del Club Campos de Hielo: “Es lógico. Qué concesionario va a proponerse invertir ahora en el centro, si la concesión es sólo a 2 años”, comenta.

   “Lamentamos, que por primera vez en 30 años, El Fraile no opere esta temporada. Este hecho, representa un obstáculo al acercamiento de la comunidad al deporte, la montaña y la vida sana; además de un retroceso al desarrollo turístico de la región de Aysén”, agrega Claudia Rademacher, presidenta del Club Andino Escolar, CAE.

Enrique Briones, Felipe Vega, Raimundo Cristi y Manuel Díaz

Plan B

   Ya estamos en julio y de temporada de esquí, nada. Con esta desierta licitación Chiledeportes, de acuerdo a lo que estipulan las licitaciones de Chilecompra, tiene una sola opción: la del trato directo.

   “En estos días vamos a sacar un recurso para contratar a las personas que tenía a cargo el concesionario anterior, para hacer andar El Fraile. El año pasado invertimos $4 millones en el centro, pero me complica el tema del cable del andarivel, porque un corte de éste no resiste análisis”, explica el director de Chiledeportes, entidad que se asesorará en los próximos días sobre las condiciones técnicas mínimas que permitan el funcionamiento del recinto invernal.

   “Ya conversé con el Ejército para que abramos los viernes, sábado y domingo. Ellos me ayudarán además en algunos proyectos para que asistan niños de instituciones. Voy a obtener recursos a nivel central, me reuniré con la jefa de gabinete del subsecretario de Deportes para concretar la temporada”, adelanta Manuel Díaz. Junto con esto, además, se deben obtener las respectivas autorizaciones sanitarias para que El Fraile funcione, porque según comenta Silvana Matté, antigua concesionaria, hasta la fosa séptica necesita ser reemplazada.

Saber de nieve

   A Silvana Matté le apasiona hablar de El Fraile. Tiene carpetas, información relevante, mapa del lugar, fotografías de los arreglos que hizo en su administración y sueña con que el centro de esquí se transforme en uno de montaña.

   “No se la han jugado por El Fraile. Se necesita trabajar en torno a proyectos donde los colegios incluyan dentro de sus actividades deportivas a este centro, mezclado con turismo, cabalgatas, trekking y vida en familia”, dice con vehemencia. En esto coincide el director de Chiledeportes, quien atribuye que para llegar a esa meta y futuras concesiones a largo plazo, es necesario constituir una mesa de trabajo público-privada que elabore el definitivo proyecto a concesionar.

   “De aquí a fin de año debemos constituir esa mesa con empresarios comprometidos en el tema, un club importante, MOP, Turismo, entre otros actores, para ver el futuro de El Fraile. Yo, como director, no tomaré sólo la decisión de concesionar a largo plazo, sería irresponsable hacerlo, porque las visiones no compartidas son las que complicarían el proceso. Yo no sé de nieve y este tipo de decisiones deben ser tomadas en una mesa más integral y en beneficio de El Fraile”, fundamenta Díaz.

   Al hablar del futuro también opina el entonces destacado esquiador Daniel Wulf. “Deberíamos tener un buen centro de esquí, chiquitito, proporcional a la cantidad de gente, pero operativo. Es importante que exista  y que se difunda a las escuelas, como antes, donde todos subían a esquiar”, añora.

   Para Raimundo Cristi y Enrique Briones el ejemplo más claro está en Esquel, Argentina,  que tiene un centro de esquí que recibe a más de mil personas diarias un fin de semana, donde la inyección estatal fue relevante para que los privados mostraran interés en las concesiones a largo plazo, gestión que Chiledeportes trató de concretar el 2009 a través del  FNDR del Gobierno Regional, que incluía perfilamiento de cancha y arreglos de andariveles por $150 millones, ocasión en que el Consejo Regional no aprobó el proyecto, desviándolo para el 2010, año en que el terremoto del 27-F sepultó la iniciativa.

   El Fraile exige atención para lograr que su cercanía con la capital regional, su abundancia de hectáreas de bosque nativo y majestuosa vista, entre innumerables atributos propios, lo conviertan en el tan anhelado centro de montaña, donde los visitantes ayseninos, nacionales y extranjeros disfruten de su naturaleza y deportes.

Los amantes del esquí sueñan que con la reactivación de El Fraile (en la foto), se convierta en lo que hoy son los proyectos como Esquel, el Bolsón, Angostura o Bariloche en Argentina, que recibieron una fuerte inversión estatal antes de su concesión a largo plazo.

   Por ahora, hay que ver si la intención de una mesa publico-privada sabrá arrojar consensos en donde los empresarios locales puedan competir con los interesados nacionales y extranjeros en futuras licitaciones. Ojalá con la “casa en orden”, el Estado invierta antes de concesionar a largo plazo. El Fraile quiere volver a lograr triunfos con las nuevas generaciones, pero también anhela que todos vean en él, con altura de  miras, un punto de encuentro para la vida sana, familiar y amor por esta hermosa tierra austral.

El temor de los clubes

   Actualmente son 7 los clubes que tienen sus refugios en El Fraile: Campo de Hielo, Club Andino Escolar (CAE), Trapananda, Obras Públicas, Servicio de Salud y  Carabineros. Son éstos, los que pese a las múltiples gestiones con gobiernos anteriores no han logrado que los terrenos que ocupan hace años les sean cedidos.

   “Los terrenos al comienzo, y hay documentos que certifican eso,  se empiezan a tramitar el año 1984, en el caso del CAE; y el MOP, cercano a los ‘90, donde hay cartas de la entonces Digeder que autorizaba el uso de esos terrenos. He visto además, algunas cartas municipales que son permisos para edificar estos sitios, pero al momento de hacer el traspaso de Bienes Nacionales a Chiledeportes, esos documentos no se reconocen” explica Felipe Vega, presidente del Club Campo de Hielo. A raíz de eso, empezaron  a gestionar, antes que se hiciera el traspaso de El Fraile a Chiledeportes, que Bienes Nacionales reconociera un comodato a propiedad de los clubes para tener la seguridad de invertir en terrenos propios y evitar ser expulsados del lugar.

   “Nuestro temor ahora es que la concesión a privados, al traspasar los terrenos, los clubes quedemos fuera. Necesitamos que esto se defina rápidamente. El club del Ejército es el único que está regularizado”, concluye Vega.

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