Pedro Oyarzún, un ‘patiperro’ por convicción

   Pedro llega cargado con un libro, fotografías y papeles que dan fe de sus tantos viajes por diversas latitudes. Declara con orgullo haber viajado en total 197 días en los que conoció 26 países y 3 principados. Se acerca con un fajo de fotografías, del que extrae una en particular y dice: “yo soy demócrata cristiano, si quiere me lo pregunta, si no, no, aquí estoy en la plaza de la revolución en Cuba”, dice riéndose a carcajadas y sosteniendo la fotografía.

   El patagón nació el año 1938 en Puerto Aysén, y afirma haber vivido 64 en Coyhaique, “lo conozco desde cuando Coyhaique era una aldea”, asegura Oyarzún, que ya se sienta para comenzar el relato de su historia.

Pedro Oyarzún M.

   Este trotamundos, trabajó por casi 44 años. “Como gané un buen dinero, un poco tarde me acordé de hacer el tour y hace 12 años atrás recién comencé a viajar”, explica.

   La vocación de patiperro llegó tarde en su vida y casi como por arte de magia un día dijo, voy a viajar, “asimismo fue, se me ocurrió ¿a dónde me voy? Busqué un tour y me ofrecieron Israel, Jordania y Egipto, y yo era ‘verde’ en tours, nunca había hecho uno y me fui allá donde las papas queman y no me costó nada, porque los tours que yo hago son tours con guía, entonces llego a Israel, no me hago ningún problema, me reciben en el aeropuerto  guías que hablan hasta 5 ó 10 idiomas”, comenta Pedro, eufórico, agregando que los recorridos incluyen alojamientos, comidas  y visitas. “Te muestran lo más principal, el Nilo, la danza del vientre y todas esas cosas maravillosas”.

   ¿Cómo se hace para viajar tanto? Nuestro protagonista, luego de jubilar continuó trabajando y, mensualmente, compraba dólares, “ahorraba y entonces pagaba al contado y tenía rebaja. Me acostumbré a eso. Uno tiene que prepararse de un año para otro, prepararse”, recalca este romántico viajero.

¡A seguir viajando!

   De su primer viaje, Oyarzún rescata los sitios bíblicos que pudo conocer, “hay cosas impresionantes como estar en Belén, o el lugar dónde se presume que ahí nació Cristo, esto está bajo tierra 20, 25 metros, es impresionante. Después te vas por la vía donde se crucificó a Cristo, ahora eso es una calle llena de puro comercio y ahí entras a una pequeña casa, vas con una vela encendida y ¡ahí, ahí! crucificaron a Cristo y bajas un poquito y hay como un tablón, una cuestión de piedra y ahí habría caído Cristo, es lo más impresionante que yo he visto, aparte de estar también frente a las pirámides de Egipto, o estar en Jordania, en Petra, que es una ciudad que esta en la roca”, relata el viajero mientras muestra su libro y se envuelve en una pequeña charla sobre Petra.

El Vaticano y Roma son destinos de Europa que ningún patiperro esquiva. Pedro tampoco. Así también la torre Eiffel en Paris y en Egipto con las pirámides.

 “Entonces después pensé esto lo sigo haciendo, lo sigo haciendo, y después me fui a Europa”, comenta Pedro, relatando cómo comenzó su afición por los tours. Al día de hoy este patagón cosmopolita ya ha pasado por un total de 26 países y 3 principados.

   “He estado en Portugal, Italia, Francia, Guatemala, Israel, Jordania, Egipto, España, Bélgica, Holanda, Alemania, Suiza, Suecia, México, en México he estado 4 veces, Costa Rica, Honduras, Austria, Nicaragua, Cuba, Panamá, República Dominicana, el Vaticano, Mónaco y Liechtenstein”, dicta el viajero de una hoja de papel, que da testimonio de sus rutas.

   Con orgullo relata haber recibido 2 bendiciones papales. Primero el año 2004, luego el 2008, “ese día debieron llegar, no sé si 200 ó 400 tour, llegan los tour y te dan tu tarjeta, hay 100 ó 120 mil personas, esta tarjeta no te la pide nadie y es para la bendición papal  Después ves al Papa de lejos y te dan la bendición, en el fondo es medio desordenado. Luego entras a la iglesia de San Pedro, ahí vi la tumba de Juan Pablo II y de ahí vas al museo del Vaticano. Después a la Capilla Sixtina a ver los frescos de Miguel Ángel, no se pueden sacar fotos, no se puede hablar”, relata Pedro con admiración, sin embargo también reconoce que de todos sus viajes no se queda con Europa, sino con Latinoamérica.

   “De Europa me quedo con el palacio de Versalles, el museo del Louvre, la torre Eiffel, pero a mí no me deslumbra estar frente a la Mona Lisa, tengo fotos, es todo hecho por el hombre, me quedó con Centroamérica. Pienso que, de lo que conozco, el que más me ha impresionado es Guatemala, un país muy parecido al nuestro, mucha vegetación, grandes pirámides construidas por los Incas y ahí la gente es tremendamente amena, hoteles, he estado 5 veces en Guatemala, me quedo con Guatemala, gente preciosa, niñas lindas y artesanía bella”.

   Al patiperro no le atrae visitar EEUU, “no me gustan esas ciudades de 80, 60 pisos, estás sofocado, edificio más edificio, yo que soy patagón estoy acostumbrado al agua, a los ríos árboles, a estas bellezas nuestras, que en alguna parte también están, a mí no me interesa EEUU”.

   Aún cuando es conocedor del resto del mundo, Pedro Oyarzún acepta que aún hay cosas de su país que no conoce,  “ahí esta mi pecado, ni siquiera conozco la Laguna San Rafael, no conozco las termas de Puyuhuapi, me han contado amigos míos que Isla de Pascua en 3, 4 días se latean, porque lo conocen entero, porque a parte de ver los moai no sé que más me van a ofrecer, no me interesa, porque me gusta ir a muchas partes y ver muchas cosas”.

¿Un próximo viaje?

   “Tengo un viaje a México que está pendiente, pero ahora que estoy jubilado no es lo mismo, iría a México –presumo- en unos meses más, porque hay que ahorrar, y además hay cosas más importantes ahora, que hacer un tour. Creo que nadie me iguala en esto, he conocido mucho, ninguna persona lo haría, no sé, porque para ésto, para hacer estos tours hay que ser emprendedor, tener coraje, me voy y me voy no más”.

   Con el café frío de tanto hablar, Pedro se queda un minuto en silencio y luego reflexiona: “yo creo que no hay cosa más bonita que viajar, conoces otras culturas, otra gente, te haces más persona, tienes mejor roce con la gente, intercambias conocimiento. En el resto del mundo conocen muy poco de nosotros, nos relacionan con 2 futbolistas y Bachelet, no nos conocen. Si hay más Pedros Oyarzún que salgan y promuevan la región, se conocería más”.

 

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