Entrevista exclusiva al Obispo Infanti

Por Nicolas Siriany G.
Fotos: Agencia Imágenes de la Patagonia

   Entre otras cosas Luis Infanti de la Mora, nacido en Udine, Italia (1954), aterrizó en Chile el 11 de agosto de 1973, justo un mes antes del golpe de Estado. Estudió teología en la Universidad Católica, y coordinó la vista del Papa Juan Pablo II a Bolivia.

   Este Siervo de María, que en ocasiones ha removido a los sectores más conservadores de la iglesia, viene de un largo viaje tras intervenir, mediante un discurso, ante la junta de accionistas de ENEL, el gigante corporativo italiano que hoy es dueño del proyecto Hidroaysén.

   Infanti nos abre las puertas de su casa. Al sabor de un té y un queque envasado, nos cuenta de sus inicios pastorales, sus responsabilidades sobre el estado actual del caso Aysén y su mirada hacia una nueva era, que hoy lo tiene como una persona de influencia a nivel mundial en materia medioambiental.

1973 y Aysén 

 

A los 10 años ingresó al seminario ¿por qué a tan temprana edad?
Por una práctica de mi familia que me estimuló a una vida en la línea del sacerdote, ellos eran muy participativos sobre todo mi mamá.

En algún momento ¿tuvo dudas de continuar en el sacerdocio?
Siempre. La duda es parte del discernimiento. Sin embargo, a los 18 años, las dudas se fueron orientando hacia una salida de Italia para hacer misión. Por eso vine a Chile. En Italia se hablaba mucho de Chile por la llegada a la presidencia del socialismo vía democrática, aunque a esa edad uno no entendía mucho de que se trataba.

¿Y cómo vivió el golpe de Estado?
Estaba en Peñaflor y dentro de lo que no entendía lo veía con preocupación. No fue tan impactante como lo fue los días y meses siguientes. El 20 de septiembre, yo me vine con el primer avión que viajaba hasta Aysén.

Entonces llega a la región…
Llegué a estudiar, mi intención era comenzar los estudios universitarios, ya que en Italia había terminado la enseñanza media. Como no había convenio con Chile, me reconocieron hasta 5° año básico, entonces eso me obligó a estar un año estudiando en 4° medio en el Liceo San Felipe Benicio, pero con puntaditas a materias de otros cursos. Después dí los exámenes libres aprobándolos.

Entonces fue universitario en plena época de dictadura…
Claro, incluso entré al centro de alumnos de teología en la (Universidad Católica) justo en el año que expulsaron a 112 alumnos de la carrera, por una protesta que se hizo. Yo era uno de ellos…

Luego realiza su carrera pastoral en Bolivia y Aysén. En 1999 es nombrado obispo ¿cuáles son las responsabilidades de esa función?
Un obispo es el que anima y guía en el nombre de la iglesia, una iglesia local, en lo litúrgico, doctrinal y pastoral.

Reflexión ambiental

 

¿Cuándo y cómo comienza a vincularse con el tema medioambiental?
Yo empiezo a vincularme con el tema ambiental hace 4 ó 5 años. Los Siervos de María (congregación a la que pertenece) se caracterizan más por estar disponibles a las necesidades y las situaciones de cada lugar. Entonces, una de las preocupaciones en Aysén es el tema ambiental, como en otros momentos se acompañaron otras temáticas relacionadas con la justicia, la educación, la pobreza…

Cuéntenos brevemente, ¿en qué contexto surge su carta pastoral Danos Hoy el agua de Cada día?
Los obispos de América Latina hablamos de que no estamos en una época de cambio, estamos en un cambio de época, un momento histórico diferente a todo el resto de la historia de la humanidad (…) si uno no entiende en la época en que estamos, sigue viviendo del pasado y está totalmente desubicado en las búsquedas y soluciones que quiere dar a los problemas que se enfrenta.

¿Le da un nombre a esta nueva era en que estamos?
No. Pero los temas ambientales son uno de los signos de que estamos en una nueva época de la humanidad. Hasta el momento se pensaba que el planeta tenía recursos ilimitados y ahora nos damos cuenta que son limitados. ¿Cómo los repartimos?, ¿cómo los aprovechamos sustentablemente?, es el gran desafío.

¿Se siente usted pionero en esta materia a nivel de iglesia?
Yo creo que no, porque ya el papa Juan Pablo II, 20 años atrás, escribió cosas mucho más acertadas, profundas y serias de lo que digo yo ahora. Sin embargo, las lentitudes de las reflexiones de la Iglesia en estos temas nos juegan una mala pasada, ya que uno que habla de estas cosas pareciera como un profeta, lo que no es cierto.
Uno se da cuenta que puede dar una palabra orientadora sobre estos temas, desde el punto de vista ético y religioso lo que lleva repercusiones políticas, económicas, culturales y morales, eso es lo que se busca.

¿Le ha traído problema al interior de la iglesia chilena su “velocidad” para abordar el tema medioambiental?
No, más bien ha habido mucha comprensión. Justamente a raíz de la Carta Pastoral, la siguiente asamblea plenaria de los obispos, que hacemos 2 veces al año, fue específicamente sobre el tema ambiental, que no estaba en los planes de la Conferencia Episcopal.
Sin embargo, su irrupción fue tan llamativa que obligó a la conferencia a tratarlo. Yo creo que muchas veces sucede eso, la voz de una persona motiva y estimula la toma de conciencia de otros, y así se hace la historia.

Debe significar un orgullo que esta base y fundamento representado por la Carta Pastoral del Agua, provengan de una discusión y reflexión desarrollada íntegramente en esta región…
Claro. Yo digo siempre en todas las exposiciones que hago, que la carta lleva mi nombre, pero la reflexión y la conformación de esta carta pastoral es de la iglesia y de la comunidad de Aysén. En otras partes del mundo, se valora mucho este documento ya que es un proceso participativo para elaborarlo, no es un escrito como los hay en otras partes donde el obispo escribe lo que él cree, reza y reflexiona y lo propone a los fieles. 

Muchas personas que habitan la región dicen hoy que no sirve de mucho tener una opinión frente al tema de las represas ya que según dicen, es un tema que está listo, que está zanjado…
Yo creo que es parte de un sistema y de una política comunicacional muy fuerte de empresas multinacionales. El poder no es sólo mandar, el objetivo de todo poder es concientizar a un pueblo para convencerlo de sus planes, de manera que éste participe de los mismos, consciente y plenamente. Entonces, las multinacionales lo que buscan es concientizar a la gente que sus proyectos son buenos, indispensables, que son para el bien común. Si uno ve la experiencia de este tipo de proyectos a nivel mundial, saca la conclusión de que éstos son para beneficios de unos pocos, aplastando y sometiendo a otros. Ejemplos hay cantidades…

Personalmente pienso que la campaña Patagonia Sin Represas a hecho un fuerte trabajo desde lo comunicacional, lo legal y político, en su finalidad de impedir el proyecto Hidroaysén. ¿Cree usted que en la región falta un trabajo de reflexión con la gente de Aysén?

Claro… este trabajo tiene que ver con una visión país, con una visión global. Por ejemplo, nuestro reciente viaje a Europa fue para decirles a los países del primer mundo que tienen una gran responsabilidad sobre lo que hacen en los países del tercer mundo. No es casualidad que en Chile, América Latina y África, sean todas multinacionales europeas o norteamericanas las que proyectan los grandes negocios, sobre todo energéticos, comunicacionales y mineros. Justamente, porque los países del primer mundo están agotando sus recursos no les queda otra alternativa que adueñarse de los recursos de sur del mundo. Si uno no entiende esta lógica, esta estrategia mundial, no entiende lo que está pasando en Aysén. Esta visión es importante que la gente de Aysén la tenga, porque los proyectos que se quieren realizar en la Patagonia son fruto de esta visión mundial. Que existan muchos intereses, muchos ojos puestos en la región no es casualidad, de hecho gente de todo el mundo viene a comprar tierras acá. 

Entonces, ¿por qué no se le ha dado todo el énfasis que requiere?
Es un camino y un proceso que hay que hacer en la medida en que uno se da cuenta de líneas que hay que profundizar más. Ahora, cada uno tiene ciertas responsabilidades. Yo como obispo no quiero liderar un movimiento a favor o en contra de las represas, lo que busca el obispo es crear comunión, ayudando a tomar conciencia de las situaciones. Un obispo no es un líder social, ahora si faltan líderes sociales puede que la figura del obispo resalte más. De hecho me llama la atención que de todos lados del país y del mundo me inviten a presentar los planteamientos de la carta pastoral, y aquí en Aysén nadie me invita. Los únicos que lo hicieron fue el consejo municipal de Puerto Aysén y Funda. Eso indica una calidad bastante mediocre de la conciencia política-social de los responsables de la región. Como dice el evangelio nadie es profeta en su tierra. 

El celibato y el cuchillo 

 

Padre, sobre los casos de pedofilia y sacerdotes que tuvieron hijos con mujeres… ¿Son evitables?
Claro que se pueden evitar, con una mayor fidelidad de la persona hacia su tarea, hacia su vocación, hacia su misión, eso parte de la oración y de ahí se manifiesta en sus acciones.

¿Qué opina sobre la idea sobre reconsiderar la aplicación del celibato?
Bueno es un tema que se está discutiendo mucho en toda la iglesia. Indudablemente que el celibato ha sido motivo de grandes éxitos en personas, pero como es un medio para lograr una mayor perfección de la persona, muchos lo pueden usar mal, como un cuchillo. El cuchillo es un buen medio para cortar carne, papel o lo que uno quiera, pero si uno lo usa para cortar el cuello de una persona no es ciertamente el mejor medio. El celibato igual.

Entonces, para no incurrir en el mal uso de este medio ¿el celibato debiese ser voluntario para los sacerdotes?
Hoy se está reflexionando sobre si el celibato es una opción personal o es un requerimiento de la iglesia. No porque algunos fallan hay que eliminar el medio. Aunque el celibato sea un requerimiento de la iglesia siempre requiere de una decisión personal, de hecho en las preguntas cuando uno es ordenado sacerdote concretamente expresa su adhesión a esta opción, ahora que después sea fiel o no depende de la madurez de cada uno.

¿Tiene una visión crítica, como algunos sectores de la iglesia, respecto al rol pasivo de Juan Pablo II frente al tema de los abusos sexuales y pedofilia? 
Bueno, el Vaticano no es sólo el Papa, entonces hay distintas esferas donde se tratan los temas. A ver, el tema de los abusos sexuales siempre ha sido grave. La conciencia social de este problema, se da con mayor énfasis, en estos últimos años… yo no tengo todos los antecedentes para decir si el Papa Juan Pablo II tuvo o no todos los elementos para tomar decisiones frente a estos hechos. 

Pero ciertamente estaba en conocimiento…
No sé, yo hablo como obispo referente a la iglesia de Aysén, hay muchas cosas que yo no sé… uno supone que al Papa le dieron toda la información adecuada. 

¿Algún caso de pedofilia o abusos en la región?
No hay.

¿Qué imagen tiene usted de Sebastián Piñera?
Supongo que es una buena persona, lamento que cuando fue su campaña presidencial no haya tenido la oportunidad de conversar con él como si lo hice con otros candidatos…

Testigo Clave 

 

El caso Aysén fue tal vez una de las causas en las que se vio más involucrado. La iglesia de Aysén fue una de las entidades que motivó a quienes tuviesen información en este caso a entregarla. Hoy en día la única persona que está en prisión, luego del fallecimiento de los 12 jóvenes, es Jorge Corona Zúñiga, el denominado testigo clave. ¿Se siente usted responsable por la situación que vive Corona?
Claro que tengo responsabilidad. De hecho hemos presentado 2 veces una solicitud de indulto presidencial y las 2 veces ha sido negada. Esa es una clara manifestación política y de la justicia de qué grado de sociedad estamos viviendo. Yo siento que es una monstruosidad, habiendo hablado con la ex Presidenta de la República y su ministro de Justicia, que hayan negado esta solicitud. Estamos hablando de una persona que ha sido condenada a 14 años de cárcel por falso testimonio, o sea por mentir. Yo creo que es un signo de la tremenda injusticia.

¿Cuál es específicamente esa responsabilidad?
Jorge Corona fue la única persona que como iglesia defendimos jurídicamente, justamente, porque fue la que más aportó datos al requerimiento que hicimos como iglesia para que los que tenían información que dar, lo hicieran con personas de iglesia. Sentimos que era el testigo que más necesitaba protección y en ese sentido hay que ser claro, yo entiendo esta condena a Jorge Corona como una señal contra el obispo de Aysén, una señal de la justicia de Aysén contra el obispo.

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