Los efectos de la crisis salmonera en Puerto Aysén

El fantasma de la cesantía ronda en Puerto Aysén

En una nueva conmemoración de su día, los trabajadores ven peligrar sus principales fuentes de empleo. Todos coinciden en que este será el peor año para la industria salmonera. Además, luego del terremoto, con el recorte presupuestario determinado por el gobierno, los puestos de emergencia también podrían reducirse.

Por Luis Avendaño M.
Desde Puerto Aysén

   El 2009 la cesantía era tema entre los ayseninos. Las crisis mundial, pero principalmente el virus ISA que afectaba a la industria del salmón hacía prever un año difícil para la comuna. Finalmente, no lo fue tanto. Los empleos estatales de emergencia ayudaron a reducir en parte dichos efectos. Sin embargo, ya se adelanta un escenario aún más complejo, “la siembra viene en baja, se adelantaron cosechas para amortiguar los efectos del virus. Desde mayo hasta octubre habrá muy poco salmón”, asegura Eugenio Heiremans, representante de SalmonChile en la Región de Aysén.

   Es que la industria que en algún momento logró entregar más de 3mil 500 empleos, ahora alcanza una cifra cercana a los mil 500. Esto, entre otras razones, porque la baja producción obligó a trasladar algunas plantas de procesamiento a la Región de Los Lagos. Situación que aún causa molestia en los dirigentes sindicales de la industria, “son empresas que por años han recibido el aporte del Estado, debieran tener la obligación que se procese acá, que genere empleo acá”, señala Jorge Barría, presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Salmoneras y Ramas Afines (Fetrasal).

La industria salmonera cree que este será un año crítico.

   Pero desde la industria creen que no están las condiciones dadas para que existan mayor cantidad de plantas de procesamiento en la comuna. “Falta mano de obra y mano de obra calificada. Actualmente, el 25% de los trabajadores vienen de Coyhaique”, indica Heiremans. Además, agrega que para que Aysén sea atractivo para las empresas se debe mejorar la conectividad, la energía y la vivienda.

   Esta posición no es compartida por la alcaldesa Marisol Martínez, que asegura que durante los gobiernos de la Concertación se generaron una serie de incentivos para las empresas, en lo relativo a la contratación de mano de obra y mejoramiento de la infraestructura. Remata, afirmando que “las empresas están para tener ganancias y hemos visto lo que sucede cuando las cosas no andan bien: se despide gente, cierran las puertas y se van”.

   Más allá de ello, la nueva Ley General de Pesca y Acuicultura debiera ayudar a reactivar la industria del salmón. “Es posible volver a lo mismo de antes”, adelanta el representante de SalmonChile. Por su parte, el presidente de Fetrasal cree que la industria salmonera nunca recuperará la productividad de antaño. “Cuando llegaron (las empresas) se le dieron todas las facilidades y ellos no se preocuparon del cuidado del medioambiente, generaron una estela de contaminación que será muy difícil de recuperar. Se usaba un exceso de antibióticos, para producir un kilo de salmón se utilizaban 8 kilos de otros productos”, afirma.

   Así las cosas, se ve complicado el año 2010 en materia de empleo para la comuna de Aysén. Las empresas salmoneras siguen funcionando con la ‘pesca blanca’, que se concentra en especies de carne clara, esperando llegar a octubre lo mejor posible. Mientras tanto, además de los trabajos que brinda directamente esta industria, el virus ISA también ha causado perjuicio en los proveedores de servicio y los pescadores artesanales, que no tienen a quien venderles su producción. Una cadena de cesantía que preocupa a los ayseninos.

Proyectos postergados

   La alcadesa de Aysén, Marisol Martínez, se muestra preocupada. La Oficina Municipal de Intermediación Laboral (OMIL) hasta hace un mes tenía 1.300 inscritos. Cuenta que el año pasado el municipio recibió importantes recursos de la Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere) que permitieron contratar a 104 personas, principalmente en Islas Huichas. Sin embargo, la situación se avizora compleja, luego que el gobierno anunciara un recorte presupuestario producto del terremoto del 27 de febrero.

   Además, lamenta que los proyectos que fueron presentados para ser financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) no hayan sido aprobados en febrero pasado. “Entiendo que la intendenta Pilar Cuevas (cuando era consejera regional), presentó la moción que fue apoyada por la derecha y Juan Alocilla, del PRI. Ellos prefirieron esperar que asumiera el nuevo gobierno para aprobar los proyectos. Lo cual nos ha calado bastante duro, porque esos proyectos podrían estar en ejecución y tener gente empleada”.

   Se trataba de la construcción de la sala de uso múltiple de la Escuela Gabriela Mistral, un cuartel de bomberos para la población del mismo nombre, además de baños públicos y una oficina de turismo que estarían ubicados en el Cerro Mirador y la plaza de Puerto Aysén.

Falta unidad

   Jorge Barría tiene historia como dirigente sindical. Ahora, desde su lugar como presidente de la Fetrasal (Federación de Trabajadores de la Industria Salmonera y Ramas Afines), cuenta que no sabe como conmemorar el 1 de mayo. Dice no tener problemas para hacer discursos en actos masivos, pero que ya no está “para hacer el loco”. Esto, debido a la poca concurrencia de los últimos años.

   La participación de los trabajadores es cada vez menor. Los jóvenes quiebran los movimientos sindicales y asegura que “ya no hay conciencia de clase”. Por eso, su visión negativa sobre este tipo de organizaciones en la comuna, “veo difícil el futuro de los trabajadores de Aysén. Los trabajadores tienen miedo o no les interesa organizarse. Los dirigentes no hemos sabido seducirlos, hemos estado divididos, debemos llegar a los jóvenes, que vean en las organizaciones un apoyo”, señala.

Loading

Tags: No tags

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *