COLUMNA EPD: «Es justo que los ricos tributen más»
Para los franceses, el diagnóstico es claro “los ricos deben pagar su parte para compensar la desaceleración del crecimiento, eso es lo justo», palabras del ministro de Finanzas galo, Pierre Moscovici. Es más el hombre de la billetera francesa remató diciendo «es normal que se exija más a los más ricos», para salvaguardar la estabilidad de la balanza fiscal.
Por Claudio Díaz Peña (*)
cdiaz@elpatagondomingo.cl / @claudio_diazp
Se dice que cuando las condiciones de la economía están a la baja, no es momento de subir impuestos, y cuando la economía está en su auge, curiosamente, también aparece la resistencia natural de no avanzar en cobrar mayores tributos a quienes tienen las rentabilidades más altas de un país. ¿Entonces cuándo sería oportuno, adecuado, propicio cobrar más gravamen a las grandes riquezas?
Para los empresarios y para los segmentos más ricos de Chile, la respuesta es… “Nunca”.
Pero el ejemplo de la vieja Europa nos revela una interesante postura.
Y es que Francia, por ejemplo, hoy en plena crisis financiera y déficit fiscal, lejos de hacerle el quite a los gravámenes «de peso», decidió en el pasado mes de julio subir los impuestos. ¿Y a quiénes se preguntará usted? A los ricos, como debe ser en un país con recursos. Con ello, el gobierno pretende recaudar 7 mil 200 millones de euros. En pesos chilenos, son unos 4.380.000.000.000. En contraste, la «Reforma» Tributaria en Chile recaudará un 0,02% de eso, aunque el movimiento estudiantil estimó que la Educación necesita un 0,15% de ese monto, cerca de $7 mil millones.
Si, las cifras y las diferencias con Francia son siderales, pero el ejercicio vale la pena, porque el aumento de tributación de los galos no sólo grava a las grandes fortunas, también incluye a los bancos y a las empresas.
Francia necesita reducir su déficit público de 5,2% con el que cerró 2011. Y el nuevo presidente socialista François Hollande, puso manos a la obra, dando luces a toda Europa que sólo buscaba más recursos recortando el gasto social, es decir, castigando casi exclusivamente al ciudadano de a pie.
Claro, el ahorro en el Estado, es una herramienta para capturar alrededor de 1.500 millones de euros desde el gasto público, pero la audacia de imponer tasas más altas a los hogares adinerados y a las grandes corporaciones, puso el dedo en la llaga en plena crisis, y dio un vuelco a las reformas tributarias que aplicaron gobiernos anteriores, especialmente, el del expresidente derechista Nicolas Sarkozy, que había dispuesto que en este mes de septiembre subiera en Francia, el IVA, que obviamente pretendía recaudar más, pero poniendo la mochila más pesada a todos los franceses sin distinción. Eso fue revertido.
Así, más mil millones de euros provendrán ahora de impuestos extraordinarios que deberán pagar los grandes bancos y las empresas energéticas que tienen acciones de petróleo.
El gobierno de Hollande creó además una tasa, del 3% sobre los dividendos que se reparten los accionistas, o sea penaliza a los grandes grupos económicos que tienen rentas altas en sus compañías, donde. También tributarán más, los actores del sistema bursátil sector donde hubo incrementos en diversos tipos de acciones, y tasas de aumento sobre las transacciones financieras.
De hecho, las empresas en general en Francia aportarán casi la mitad (47%) del dinero que el Ejecutivo debe conseguir para salir del naufragio económico.
Para los franceses, el diagnóstico es claro “los ricos deben pagar su parte para compensar la desaceleración del crecimiento, eso es lo justo», palabras del ministro de Finanzas galo, Pierre Moscovici. Es más el hombre de la billetera francesa remató diciendo «es normal que se exija más a los más ricos», para salvaguardar la estabilidad de la balanza fiscal.
Así, otros países como Italia o España han seguido el criterio francés, de poner en perspectiva el costo de la crisis para quienes más ganan al mes.
Sin embargo en Chile con proyección de crecimiento sobre el 5% en 2012, una inflación bajo el 3%, con superávit fiscal y una potente economía en exportaciones, demanda interna y empleo pleno como reitera habitualmente el gobierno, no hemos sido capaces de aumentar en un céntimo el costo de los impuestos a las rentas más altas, a las empresas, o al sistema financiero para una recaudación acorde a los desafíos de la Educación o la Salud.
Se ha optado, en cambio, por negociar por acordar un ajuste de impuestos que no levante polvareda ni roces con los sectores económicos del país… mientras economías europeas, que pasan por su peor momento, demuestran que los “impuestos” precisamente deben ser “impuestos” por la autoridad, y es que mientras somos uno de los países líder en desigualdad social y económica en el mundo, el gobierno sabe que -pese a la bonanza económica- aplicar más impuestos traerá impopularidad, y eso en un año de elecciones, como siempre, no es un “momento apropiado” para una verdadera reforma tributaria…
(*) Es Periodista y Editor de Contenidos de EPD Comunicaciones Ltda.
©2012 Todos los Derechos Reservados El Patagón Domingo Ltda.